Europa, a la derecha

Hace apenas unos meses, poco después de que Merkel abandonara la Cancillería alemana, Mario Dragui, Primer Ministro de Italia era el líder más valorado de Europa. Daba la impresión de que la voluble política italiana había encontrado por fin el dirigente que podía darle estabilidad durante algunos años.

Macron, en plena campaña electoral se precipitó a firmar con Roma un pacto que parecía iba a sustituir al eje franco-alemán. Lo cierto es que en cuanto apareció Olof Schulz y Macron renovó su mandato, el eje renació. Como estaba cantado.

En las recientes elecciones italianas, la derecha compuesta por Hermanos de Italia de Meloni, la Liga de Salvini y Forza Italia de Berlusconi han logrado una amplia mayoría absoluta llevando a la izquierda a la quiebra.

La UE se conmovió por algunas ideas que, sobre todo Salvini y Meloni habían manejado durante la campaña: críticas anti Bruselas, simpatía respecto a Putin, escepticismo hacia la OTAN entre otras lindezas.

Pero Berlusconi, claramente europeísta y la propia Meloni fueron atemperando sus ánimos y la victoria ha vuelto a la coalición perfectamente homologable y aceptable por la Unión y por su jefa Von der Leyen.

La cosa no tendría mayor importancia si el giro a la derecha y la defenestración de un buen tecnócrata como Dragui se hubiera producido solo en Italia. A fin de cuentas las estadísticas nos dicen que en ese maravilloso país, los gobiernos apenas duran y todo se resumiría a esperar unos meses y ver cómo evoluciona la política italiana.

Pero es que casi toda Europa está decantándose en la misma dirección, es decir hacia el centro/derecha y en algunos casos, simplemente hacia la derecha.

Gobierna esta en tres de los países de Visegrado (Polonia, Hungría y Chequia) tanto en la RFA de Alternativa para Alemania como en Francia de Le Pen, la derecha está cada vez más fuerte. Y hace escasos días, el 14 pasado en Suecia, el país nórdico sin duda más importante e influyente, con una tradición izquierdista de largo alcance, una coalición de derechas, los conservadores de Ulf Kristersson y los Demócratas de Suecia de Jimmie Akesson, entre otras formaciones, han alcanzado el gobierno poniendo de los nervios a no pocos en el continente.

Los calificativos de neonazis, musolinianos, fascistas, ultraderechistas se prodigan por doquier. Pero lo cierto es que muchas de esas derechas, me atrevo a decir que todas ellas, están anunciando medidas que en su casi totalidad son estrictamente democráticas, masivamente reclamadas por los ciudadanos y sin duda mucho más tranquilizadoras que las guillotinas , las aperturas de puertas y los impuestazos pregonados por las izquierdas.

Nuestra querida España muy mimética a cuanto ocurre fuera, ésta también al borde de cambiar de Gobierno. Es posible que el centro derecha de Núñez Feijoo consiga la mayoría absoluta como tantas veces la logró en Galicia o se ha conseguido en Madrid y Andalucía.

Pero si fuera necesario pactar con la derecha de VOX no sería en absoluto una tragedia, como no lo está siendo en Castilla León. Por supuesto seria para la inmensa mayoría, mucho menos traumático que el inconsecuente gobierno Frankenstein, que nos conduce entre bandazos y sobresaltos hacia un futuro incierto.

No me cabe ninguna duda que todos dormiríamos bastante mejor. Menos Sánchez, claro.

 

  • Jorge Fuentes Monzonís-Vilallonga es Master en Ciencias Políticas y Económicas y Derecho. 
    Diploma de Altos Estudios Internacionales. Embajador de España en Bulgaria en 1993. 
    Primer Embajador de España en Macedonia en 1995. 
    Embajador de España en Bruselas WEU en 1997, entre otros cargos.