En mi columna de la semana pasada “Agresiones a médicos” destacaba el preocupante aumento de agresiones. Me han llegado opiniones de profesionales del sector y su aportación me parece destacable, por lo quiero mencionarlas.
Me confirman el clima de tensión y violencia que sufren por “todo el malestar que sufren los pacientes con el pésimo modelo sanitario instaurado”. Una farmacéutica me dice que, como los pacientes apenas pueden decir nada a los médicos, “vienen a la farmacia a ‘descargar su ira’ y nosotros les escuchamos muy pacientemente”. El sector farmacéutico forma parte, y muy importante, del sistema sanitario, y no lo mencioné.
Respecto a la hipótesis de que, como es gratis la sanidad, puede gestarse en los pacientes un casi “derecho a todo” y exigir hasta el abuso, y que tal vez cobrar algo serviría para valorar más los derechos y deberes de todos, algunos médicos me han expresado que están “totalmente en contra del copago”.
Prefiero limitarme a recoger opiniones de profesionales, pero yo tengo dudas: hay copago en Francia, Alemania… y no lo hay en Reino Unido.
A la vez, expresan su posición a favor de “eliminar de la Seguridad Social fármacos y actuaciones de escasa o nula evidencia, y desde luego limitar el número de medicinas financiadas por el sistema público”.
En cuanto a fármacos y material sanitario, estoy de acuerdo. Y añado: habría que financiar todo o casi todo a la tercera edad, también material de ortopedias: lo merecen.
Otro médico me comenta que es un tema con muchas “aristas”, y “la principal es la quiebra de tipo bioético en la relación médico-paciente desde la barbaridad de cómo se gestionó sanitariamente la pandemia”.
Unas palabras muy duras y valientes: “La relación médico-paciente se ha quebrado quedando en una relación no de autonomía, sino de que el paciente haga lo que quiera, y el médico que acepta la eutanasia y el aborto como normal se aleja más de su paciente porque le resulta molesto a su conciencia”. Y ve el aumento del abuso sanitario, “que es real, consecuencia de la quiebra moral que se ha instalado en la clase médica y en los pacientes”. Es un análisis que se dirige a las causas, que estima que son bioéticas.
“He denunciado casos de agresiones y es desolador: las multas y la justicia no sirven”, apunta. Coincido en que las agresiones son la punta del iceberg y en que hay que ir a las causas. Ojalá se debatan y estudien por Colegios Profesionales y entidades con peso.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.