Más de uno habrá saltado de su asiento, perplejo ante el título de este artículo. ¿Qué aciertos pueden tener Vox y Podemos, juntos?
Es preocupante que en la política española falte la capacidad de reconocer aciertos de otros partidos políticos, pues no todo lo que hace un partido político está bien ni todo lo que hace otro partido está mal.
Más aún: lo que echamos en falta en España es que los partidos sean capaces de entenderse en cuestiones que todos consideramos relevantes, pilares de la sociedad, propias de la dignidad del hombre, básicas para el empleo y el crecimiento económico.
Si algo lo propone Vox, está destinado por algunos a no unirse; si lo propone Podemos, se descalifica de entrada. Los calificativos de “ultra” o “podemita” están por encima del debate. Y lo mismo pasa con el PP, PSOE, Compromís, etc.
Cuestiones coEmo la educación, el fomento de la natalidad –es la solución al problema de las pensiones-, la eutanasia o la Formación Profesional las plantea el Gobierno como innegociables, sin buscar el diálogo: sólo busca el necesario para sobrevivir. Por eso asistimos a una política de muy bajo nivel, con minúscula e incluso con carácter peyorativo.
Si a ello sumamos el interés de Iván Redondo” y cía” por desviar nuestra atención de las cuestiones importantes, tenemos lo que tenemos: el brevísimo saludo de Pedro Sánchez a Joe Biden, y el ridículo que ha hecho, es un ejemplo claro.
Ni siquiera el problema del coste de la luz se aborda con rigor, entre todos. ¡Menos mal que este Gobierno iba a salvaguardar a las clases medias y trabajadoras… que deben ser las que no gastan luz!
La ley de eutanasia produce gran tristeza social. Al aprobarla, se dinamita la investigación y la inversión en cuidados paliativos, precisamente en una pandemia en que han fallecido decenas de miles de ancianos. Abunda la demagogia y brilla por su ausencia escuchar a los que se oponen, con una abruamdora mayoría de organismos, asociaciones y colegios profesionales en contra de esa ley.
Vox es consecuente al recurrir la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia ante el Tribunal Constitucional y que declare “nula” la prestación de ayuda a morir, negando que la eutanasia sea un derecho, e invocando normas jurídicas españolas y europeas. También pidiendo que se suspenda su entrada en vigor, prevista para el próximo 25 de junio.
Es un acierto coherente el recurso de Vox, pero hasta los que están en contra de la eutanasia y que votan a otros partidos políticos les cuesta reconocerlo, incluyendo votantes del PSOE, por supuesto.
Otro ejemplo: Isabel Díaz Ayuso barrió en las elecciones madrileñas del 4 de mayo. Arrasó. Se sea votante o no del PP, su imprudente alusión a la “complicidad” del Rey por su firma en los indultos del “procés” es desconocer nuestra Constitución, el mero formalismo de la firma de Felipe VI. Algunos tienen evidente dificultad en admitir errores de los líderes o partidos a quienes votan, y todo lo atribuyen a errores de interpretación de “medios de comunicación de izquierdas” o “de derechas”.
Pablo Echenique ha dejado caer que se acaba su tiempo de dedicación a la política, que concibe como dedicación limitada en el tiempo. Más bien parece que se va antes de que lo echen. Pero comparto con él que los políticos deben haber trabajado en algo antes de entrar en política –y de ello son también responsables los que ‘fichan’ para la política, por admitir candidatos huecos y sin experiencia profesional– y dedicarse sólo un período de tiempo.
La política no debe ser un debate de blanco o negro, pues hay muchas tonalidades. Siempre, con capacidad de escuchar y sumar. Coincidir con un planteamiento de Podemos, no equivale a ser votante o militante; felicitar una iniciativa de Vox, no equivale a ser de Vox. Es tener sentido crítico y no estar cegado por un color político.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.