A Pedro Sánchez le quitaba el sueño la posibilidad de tener a Pablo Iglesias, a Podemos, en el Gobierno. Gobierna con él y no parece que le quite el sueño.
A Pablo Iglesias, vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales, no sabemos si algo le quita el sueño. Viviendo en su chalé de Galapagar y sin hacer nada por las residencias de la tercera edad en la pandemia, su preocupación activa por los más vulnerables, por las dificultades económicas de las familias, está más que cuestionada.
Pablo Iglesias está feliz con su cargo, y los dirigentes de Podemos también disfrutan del suyo, el tiempo que dure. Parece que sus votantes se van desencantando al comprobar las realidades frente a las promesas.
Pablo Iglesias no piensa en las familias, sino en los votos, en la poltrona. Y defiende que los servicios sociales y escolares sean estatales. No hay modo mejor, en teoría, para tener controlada la sociedad, al estilo venezolano: cuanta más pobreza, más dependencia económica del Estado, y votos cautivos por mera necesidad económica.
Según la OCU, cada hijo en edad escolar va a gastar este curso en mascarillas entre 6 euros –las lavables- y 36 euros mensuales. Salvo error por mi parte, nadie ha dado un paso al frente, y es un gasto más que las familias han de asumir por la pandemia.
Los políticos –y entre ellos Pablo Iglesias-, que tanto invocan lo que hacen países de nuestro entorno según les interesa, deben reflexionar sobre la iniciativa de Angela Merkel de pagar 300 euros por hijo desde el pasado lunes con independencia de los ingresos de los padres, en esta situación de graves dificultades económicas para muchas familias y como modo de apoyar a todos los padres: los pueden gastar en lo que estimen oportuno.
No han de solicitarlo los padres alemanes, se paga automáticamente: eliminada la burocracia. Es un “bonocoronavirus”. Por otro lado, los niños empadronados en Alemania reciben 192 euros al mes, y a partir del cuarto hijo 223 euros al mes.
Alemania es una gran potencia económica. Ha sabido resurgir de sus cenizas tras dos Guerras Mundiales, y asumir la reunificación de las dos Alemanias, y salir mejor que nadie de la crisis de 2007.
Tiene más habitantes y más capacidad económica que España, pero es que también gestiona los recursos mucho mejor que nosotros. No tenemos dinero, es cierto, pero es que también lo gastamos en inversiones, personal público, asesores o instituciones duplicadas que parece que no queremos replantearnos, y menos los políticos, que viven de las poltronas, del enchufismo y de velar por ellos mismos en vez de servir a la sociedad. Y así nos va.
¿Podría España aprobar un bonocoronavirus como lo ha hecho Alemania, que ya lo paga desde el pasado lunes? Aquí se aprobó un ingreso mínimo vital, pero que prácticamente nadie cobra, ni se tramitan las solicitudes. Es una pequeña diferencia respecto a Alemania: lo que se aprueba, se lleva a cabo.
Pienso que se podría pagar un bonocoronavirus en España, para ayudar a las familias en los gastos de comienzos de curso. En vez de darlo a todas las familias como en Alemania, tal vez a las que tengan unos ingresos escasos, un tope económico razonable, y sin burocracia. ¿Podemos, Pablo Iglesias? Yo creo que sí.
Pablo Iglesias anda preocupado de otras cosas. Y por sectarismo es incapaz de plantearse una medida aprobada por Merkel. La ideología está por delante, para Pablo Iglesias, de la economía y de las familias. Y Tomás Guitarte, diputado por Teruel Existe, exigiendo que no sean unos presupuestos ideológicos. ¿Es posible con Pablo Iglesias de vicepresidente? A los hechos me remito.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.