Un año más, en Valencia se va a celebrar la polémica Cabalgata de las Magas, en esta ocasión el domingo 13 de enero. El ayuntamiento financia a la entidad organizadora, la Societat Coral el Micalet, presidida por un líder de Compromís, y una de las Magas de este año es una concejala de Compromís: el alcalde, Joan Ribó, de Compromís; el presidente de la Societat Coral, de Compromís; una de las Magas, de Compromís. Ya se ve que es una iniciativa nada sospechosa sobre su planteamiento y ejecución: se la guisa y se la come Compromís.
Acabamos de disfrutar de las diversas Cabalgatas de Reyes Magos, viendo las caras de ilusión de los niños, absortos ante una tradición muy arraigada, transmitida de generación en generación, ante el aplauso de los niños y sus familias. Pero Ribó quiso “recuperar” la denominada Fiesta de la Infancia, que se llevó a cabo en la Valencia de la República, en 1937, en plena guerra civil, con Magas que llevan por nombre Libertad, Igualdad y Fraternidad. Ribó no tardó en recuperar esta cabalgata, pues ya en 2016 se celebró la primera, y luego anualmente. En la primera que se celebró, se les denominaba “Reinas Magas”, pero las protestas ciudadanas les llevaron a denominarla sin más “Magas”, porque lo de “Reinas” chocaba con los “Reyes Magos”, y desde luego su vestimenta no evocaba ni evoca –ni de lejos– una pretendida realeza. Es persistente en su originalidad. Transmitirán “paz y amor”, pero ¿no lo transmiten ya los Reyes Magos?
Es constante en Compromís comprobar tintes anticristianos. Buscan la excusa más a mano, como revivir una iniciativa en plena guerra civil, o invocar la ley de Memoria Histórica para derribar cruces en Callosa de Segura y en La Vall d´Uixó, o intentar hacerlo con la cruz del Ribalta en Castellón, a lo cual ya no se van a atrever por la contestación de los castellonenses, por la sencilla razón de que hay elecciones municipales y autonómicas dentro de cuatro meses. Suplantar, sustituir o borrar señales cristianas, en contra del sentir popular, dividiendo en vez de unir. Si creen que así se ganan votos, me parece que se equivocan. Lo que más bien parece es una convicción arraigada y sectaria que anteponen incluso a los intereses electorales, aunque tal vez la justifiquen algunos de sus líderes como “coherencia”, ante la pasividad del PSPV, que no está de acuerdo con algunas de estas medidas –como expresan en voz baja-, pero que deja hacer a Compromís. No descartemos ver en las procesiones de Semana Santa a algunos líderes de Compromís, por “coherencia electoral”, con cámaras y fotos.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.