He visto cómo un restaurante en la costa mediterránea ha ido creciendo y otros, justo al lado, ha ido hundiéndose. En Castellón, el restaurante La Ola, también con una zona de alojamientos, estaba siempre abarrotado. A su lado, un restaurante con amplia terraza, estaba casi vacío. Al final, La Ola ha comprado ese restaurante, con el plan de seguir creciendo. El dueño me comentó que ha decidido hacer unas reformas profundas en el restaurante comprado, porque hay que invertir y el cliente valora la paella, pero también el conjunto. Abrirá al cabo de un año.
Ahora que se está celebrando FITUR, hasta el próximo domingo, la célebre Feria Internacional de Turismo en IFEMA, el sector turístico se vuelca. Algunas reflexiones como observador periodístico me vienen a la cabeza.
España ha tenido récord de turistas extranjeros en 2024: 94 millones. Ha aumentado un 10% respecto a 2023, en que nos visitaron 85 millones. Un dato que revela la fuerza y el auge del turismo, y también ha de llevar a no relajarse, por la importancia que tiene en nuestro PIB y en el empleo.
El turismo supone más del 13% del PIB en España, y en algunas comunidades autónomas más. Cataluña lo lidera; por ciudades, Madrid.
Con una economía globalizada y los posibles vaivenes que pueden surgir, hay que cuidar el turismo, sin pensar que solamente con el “sol y playa” ya nos basta. Que se lo pregunten al restaurante en la costa que ha tenido que vender, y al que lo ha comprado.
Es muy distinto el turismo en la costa mediterránea o canaria, que en el interior. En algunas zonas hay unos pequeños brotes –esperemos que no crezca– de turismofobia, y en la España interior desean un mayor número de turistas.
Admitiendo el tirón playero, según afirman los propios turistas extranjeros vienen también por motivos culturales y gastronómicos. Lo que parece claro es que complementar toda oferta turística con opciones culturales y gastronómicas suele ser rentable.
Cuando destaco que en el turismo hay que invertir y no vivir de rentas, me refiero a inversiones materiales, pero también de cualificación del personal de hoteles y restaurantes, para una atención de calidad. Asegurando siempre unos contratos dignos. La mayor parte de los que nos visitan son británicos: el inglés es muy importante para un buen servicio, como es bien sabido en Benidorm, Baleares o Canarias.
Cuidar el turismo es atajar el turismo de borracheras y excesos. Eso requiere invertir en seguridad y en control, por el bien del turismo y de la mayoría de la población. La mala fama ahuyenta a las familias y los excesos se pagan con descrédito, alcohol, drogas y algún muerto.
Cuida el turismo es diversificar. España tiene de todo. Basta repasar nuestra geografía, desde los Pirineos hacia abajo, con rutas verdes, pantanos, un patrimonio histórico envidiable. Eso permite pensar en iniciativas turísticas que potencien el interior, la España despoblada: tal vez hace falta ahí más imaginación y creatividad.
El turismo familiar es el que aglutina a más personas, aunque aumentan los hoteles “only adults”, que no admiten niños y sí admiten perros: curioso y preocupante.
Pero el turismo ha de volcarse en las familias, con planes para todos. Un ejemplo es Peñíscola, que se vuelca en el turismo familiar con espléndido resultado: que toda la familia esté cómoda y tenga opciones de descanso y diversión. Por eso el ayuantamiento ha recibido diversas distinciones, como el Sello de Turismo Familiar, otorgado por la Federación Española de Familias Numerosas.
La importancia del turismo invita a no ser demagogos ni ligeros en apreciaciones. Hay que cuidarlo, prestigiarlo, invertir. Quien desee una quietud total o grande puede descansar en muchos lugares tranquilos que hay en España. Unos se quejan de masificación y otros de despoblación. La queja no es constructiva: hay que ser creativos, buscar la calidad en todos los casos, para que la cantidad de turistas siga en aumento. Hay mucho margen de mejora, con el buen trabajo y unos salarios dignos.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.