CULTURA INSPIRADA EN LA CONMEMORACIÓN DE LA SEMANA SANTA
María del Carmen Aura Busó y José Vicente Gómez Bayarri
La celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret han inspirado una ingente obra cultural que muestra el sentimiento y el fervor religioso de los creyentes en la cultura occidental. La manifestación privada de la fe pasa a ser pública al exteriorizar la sensibilidad y la emotividad de las personas. Estos sentimientos generan evocaciones que se manifiestan en la literatura, escultura, pintura, música, artes escénicas, etc.
La Literatura ha reflejado emocionantes escenas sobre la vida de Jesucristo y de María. Basta con hacer un breve recorrido por la historia de la literatura española y la literatura valenciana de nuestro Siglo de Oro para testimoniarlo. Ejemplo de ello nos lo ofrece el más famoso “Soneto a Cristo crucificado”, de autor anónimo: “No me mueve, mi Dios, para quererte (…) / Tú me mueves, Señor; muéveme el verte/ Clavado en una cruz y escarnecido/; Muéveme ver tu cuerpo tan herido/; Muéveme tus afrentas y tu muerte”. La mística santa abulense Teresa de Jesús en los últimos versos del poema “En la Cruz está la vida” nos dice: “Después que se puso en cruz/el Salvador/, en la cruz está la gloria/ y el honor/, y en el padecer dolor/ vida y consuelo/, y el camino más seguro/ para el cielo. La abadesa del monasterio valenciano de la Santísima Trinidad, sor Isabel de Villena, en el capítulo de su obra“Vita Christi” que lleva por epígrafe “Com portant lo Senyor la creu al coll, se encontra ab sua sanctissima mare, e per extrema dolor caygue ab la creu la senyora” relata conmovedoras descripciones de la pasión de Cristo. Johan Roiç de Corella en “Lo Quart del Cartoixà” dedica el capítulo I a describir la “Passió del nostre Senyor”.
Numerosos pintores han plasmado en frescos, tablas y lienzos escenas de la Pasión y Resurrección: lo comprobamos al contemplar numerosos retablos de la pintura gótica valenciana que reflejan escenas de la Pasión. Ejemplos son: el Maestro de Perea que pintó un Encuentro de Jesús y la Virgen en la Vía Dolorosa; Joan Reixach que compuso Escenas del lavatorio de pies, Cristo ante Anás, la Flagelación y Camino del Calvario, el círculo del pintor Pere Nicolau que plasmó en retablos imágenes de la Semana Santa, y en el siglo XVI José Ribera pintó el Cristo Crucificado y el Calvario.
En la iconografía religiosa se representan la penitencia, el sufrimiento, el sacrificio, el descendimiento y la resurrección. Son numerosísimas las esculturas de tipo procesional de autores españoles y valencianos que han infundido y trasmitido el sentimiento religioso propio de esta celebración.
Dentro de la Comunidad Valenciana en escultura debemos destacar los pasos procesionales de la Semana Santa Marinera de Valencia, en la que se puede ver una “Verónica” de Mariano Benlliure tallada en 1944 para la cofradía de la Santa Faz; la de Alicante que desfila por el barrio de Benalua y la de Orihuela en cuyas procesiones se exhiben obras de Francisco Salzillo. En esta última ciudad se puede visitar el museo de la Semana Santa, en donde se contemplan tallas de la “Diablesa”, el “Santísimo Cristo de la Flagelación”, el “Ecce Homo”, la “Santa Cena” o la imagen de “Nuestro Jesús” que son muestras de las tallas de la pasión oriolana, pasos procesionales de Salzillo y una magnífica imaginería de otros artistas como Bussy, Valera o Lozano que nos han dejado un legado escultórico cargado de expresividad. El museo Mariano Benlliure en Crevillente conserva una colección de más de 300 obras, de las que más de 100 se exhiben en un espacio expositivo, además conserva una colección de bocetos de barro modelados por Benlliure y vaciados en escayola que reflejan la idea creativa del artista. Asimismo, alberga apuntes, cartas y documentos. Mariano Benlliure talló imaginería religiosa para distintas poblaciones españolas. Destacamos los pasos de un “Descendimiento” y una “Redención” para la Semana Santa zamorana y obra de temática religiosa como las “Tres Gracias” y “San Juan”.
La música, aunque carece de cuerpo como la escultura y de color como la pintura y no tiene un significado concreto como la palabra o la literatura, es pasión y emoción, es el lenguaje del espíritu, del sentimiento y se manifiesta en composiciones musicales: saetas, tamborradas y dramas lírico-litúrgicos propias de la Semana Santa. Una muestra de estas últimas representaciones la tenemos en la Declaración de la “Visitació Sepulchri” de Gandía, compuesta por San Francisco de Borja en 1550 que se representa en su Colegiata cada Semana Santa.
Representaciones teatrales y el cine también han coadyuvado a expresar la emotividad de este ciclo de la liturgia.
Sirva esta sucinta muestra de las diversas expresiones culturales para inducirnos al recogimiento y reflexión, y recordar la significación de la Semana Santa.
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Imagen: Semana Santa de Cieza
LAS PROVINCIAS. Opinión. Publicado el sábado 12 de abril de 2025, p. 27
José Vicente Gómez Bayarri es Licenciado en Filosofía y Letras, Doctor en Historia,
Catedrático de Geografía e Historia, Académico de número de la RACV y Medalla de
Plata de la Ciudad de Valencia.