El mismo día que los cuatro grandes partidos españoles debaten en televisión ignorando al campo, VOX, (el gran ausente en el debate), anuncia en una reunión con agricultores en Castellón una medida que puede salvar a la agricultura española y al mundo rural: “exigirá en las instancias europeas correspondientes la aplicación del Principio de Preferencia Comunitaria como principio jurídico de alcance general y absoluto en todos aquellos acuerdos comerciales que nos afecten.
A tenor de lo debatido en los dos debates televisivos protagonizados por los líderes de los cuatro partidos con mayor representación parlamentaria, el mundo rural no existe y el campo no tiene ningún problema.
Moderadores -adoctrinadores de telediario- y líderes políticos -servidores de su propio bolsillo-, se olvidaron completamente del campo, el sector, que más que estar atravesando una crisis, se encuentra enfermo terminal en la UCI, muriendo en silencio y silenciado.
La única mención al mundo rural llegó de la mano de Pablo Iglesias para decir, de pasada, que en el mundo rural faltaban servicios y por eso se despuebla. El mundo rural, Sr. Iglesias, se despuebla porque nadie puede ya vivir de la agricultura y la ganadería. La España del bienestar será para usted y los que, como usted, medrando de la política, en poco tiempo se pueden comprar un palacete, pero para los campesinos está claro que no. El problema es que Europa con sus políticas globalistas está arruinado a todo el sector primario. Nadie da el dato, pero miles de agricultores sufren depresión al ver como después de trabajar en el campo de sol a sol, después de invertir dinero en sus campos para producir cualquier producto agrícola, éste, se queda sin recolectar o se malvende sin ni siquiera cubrir gastos. Producir les cuesta dinero. ¿hay alguna profesión que page por trabajar?, pues eso está ocurriendo en la agricultura.
La muerte del campo está próxima y nadie es consciente de ello. Muerte que nos va a afectar a todos: económicamente, porque se trata de un 10% de la población cuya economía depende directa o indirectamente del campo; ecológicamente porque gran parte de la superficie arbolada de España son frutales y cítricos que renuevan CO2 y que pueden desaparecer; y finalmente por la pérdida de soberanía alimentaria, pasando a depender nuestra alimentación básica, de terceros países con todos los riesgos que esto conlleva ante una crisis social o una catástrofe.
Pero, mientras los cuatro machotes se peleaban ridículamente por ser los que más protegen a las mujeres, (si yo fuera mujer me sentiría humillada de que me consideren más frágil que un jarrón de porcelana); o a los inmigrantes; o por ser los mas liberales, en Castellón VOX lanzaba su propuesta para el campo: recuperar el Principio de Preferencia Comunitario, recogido en el artículo 39 del Tratado de Roma, por el que se constituía la Comunidad Económica Europea (CEE), con el fin de proteger a las producciones agrarias comunitarias de la competencia exterior. ¡Lo europeo primero!
Este Principio Europeo quedó en el olvido al abrirse Europa a la globalización del mal llamado libre comercio, firmando acuerdos comerciales internacionales con países externos a la UE cuya base económica es la agricultura. Acuerdos sin aranceles, sin límite de volumen y sin ventanas de tiempo, que permitieran la venta dentro de la unión de los productos de los países socios.
No puede existir ninguna forma de competir con estos países, que utilizan mano de obra esclava y cuya moneda está muy devaluada con respecto al €. En Egipto se puede vivir con un salario mensual inferior a los 100€ y en Marruecos y Sudáfrica con sueldos de alrededor de los 200€, mientras que en España con un salario de 1000€ las pasamos canutas para terminar el mes. Por ello la única medida valida para salvar el campo español es que no entren productos de fuera mientras los nuestros se estén comercializando.
Y en esa dirección va la medida de VOX. Basándose en el rescate del Principio de Prioridad Comunitario del Tratado de Roma, como principio jurídico de alcance general y absoluto en todos aquellos acuerdos comerciales que nos afecten, el posicionamiento de VOX para salvar a los cítricos españoles es el siguiente:
1. Con carácter inmediato, el Gobierno de España debe pedir la aplicación urgente de la Cláusula de Salvaguarda. (esta medida, bajo mi punto de vista, es solo un bálsamo mientras se aprueban las demás, ya que permitiría la entrada de cítricos, solo que con penalización arancelaria)
2. El Gobierno que resulte elegido de las urnas el próximo 28A deberá exigir a la Comisión la revisión urgente de las condiciones del Acuerdo en lo que respecta a las importaciones de cítricos por la Unión Europea, estableciéndose:
a. Unos precios de entrada realistas a la luz de la evolución que han tenido los precios de importación de los cítricos extracomunitarios durante 2016, 2017 y 2018.
b. Unos calendarios de importación realistas, que garanticen la no coincidencia en los mercados comunitarios de los cítricos sudafricanos con la producción española.
c. Unos cupos de importación mensuales, por variedades, adecuados a los intereses españoles.
d. Unos controles fitosanitarios en frontera comunitaria que garanticen la total exención de patógenos. En este sentido, se deberá fijar algún puerto español como puerto de recepción para su distribución a los mercados europeos de la mercancía importada.
3. Los acuerdos multilaterales en el seno de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el desarrollo de acuerdos comerciales bilaterales por parte de la UE, han ido socavando el Principio de la Preferencia Comunitaria. Es compatible la apertura comercial con la cohesión europea y el Principio de Preferencia, que debe rescatarse para que la agricultura no se convierta en moneda de cambio en los acuerdos comerciales con terceros países en vías de desarrollo que, por su climatología, tienen producciones similares a las de los Estados miembros del sur de Europa y, en particular, a la española.
Por fin un partido político acierta con una medida que puede frenar la entrada indiscriminada de productos frescos provenientes de países no socios de la UE, que proteja la comercialización de los nuestros. Pero eso no es suficiente, para que esta medida triunfe en el parlamento europeo, es necesario que el resto de partidos españoles, o al menos alguno más, se sumen a ella. Esta medida no es ni de izquierdas ni de derechas, esta medida es, como dice VOX, de extrema necesidad. Por eso desde aquí, lanzo un llamamiento para que los demás partidos se sumen a ella, única forma de salvar un sector básico para la sociedad.
Víctor Pascual Viciedo Colonques es Presidente de la Associació de Llauradors Independents Valencians (ALIV)