Todo el mundo tenemos muy claro quien comenzó la terrible Segunda Guerra Mundial. Todos sabemos que una Alemania con una ideología xenófoba y una política expansionista, se apoderó en poco tiempo de media Europa y que utilizando métodos monstruosos de exterminio, pretendió limpiar el mundo de razas inferiores o nefastas según ellos como los gitanos o los judíos. Todos somos conscientes de quienes eran “los malos” en la Segunda Guerra Mundial y quizá por ello seamos más benévolos y comprensivos con las atrocidades que realizaron “los buenos” y que como el caso que vamos a analizar no fueron cosa menor. Ojo, denunciar algo que hicieron mal los aliados, no es justificar en nada a las fuerzas del eje.
Entre el 13 y el 15 de Febrero de 1945, con una Alemania luchando dentro de su territorio por su supervivencia y a escasos dos meses de la rendición sin condiciones, los Británicos y Americanos decidieron bombardear la ciudad alemana de Dresde. Casi todas las ciudades alemanas habían sido ya bombardeadas, de hecho Dresde era la única gran ciudad que todavía no lo había sufrido, pero además lo fue con una furia ejemplar. Durante 3 días, 1.300 aviones ingleses y estadounidenses lanzaron 3.900 toneladas de bombas y material incendiario, reduciendo la ciudad a escombros y matando entre 35.000 (fuentes oficiales) y 135.000 personas (fuentes civiles). No es de extrañar la lucha de cifras, por un lado resulta totalmente imposible contabilizar y rescatar todos los cuerpos ante tanta destrucción y por otro las bombas incendiarias hicieron que en determinados puntos de la ciudad se alcanzaran los 1000º centígrados de temperatura, suficientes para reducir a cenizas un cuerpo humano. Hay que tener en cuenta que en aquellos días Dresde tenía 642.143 habitantes, a los que tendríamos que añadir un número también imposible de calcular de millares de refugiados, sin una vivienda fija, que huían del bombardeo sistemático de otras ciudades y del avance soviético. A esta dificultad por contabilizar muertes hay que unir la infamia de reducir víctimas en pro de minimizar este crimen cometido por los “buenos” y que más tarde repitieron sobre Berlín y sobre Tokio siguiendo el mismo método; y contra Hiroshima y Nagasaki utilizando por primera vez armamento nuclear.
Por comparar este bombardeo con uno que en España sabemos sobradamente de él, porque lo inmortalizó Picasso, el bombardeo de la ciudad vizcaína de Guernica. En este bombardeo la legión Cóndor según la propaganda republicana bombardeo durante tres horas, se ametralló a la población civil desde los aviones y causó más de 1000 víctimas. En realidad estudios posteriores han demostrado que por autonomía de los aparatos que participaron (dos horas y media) no era posible bombardear durante tres y regresar a Burgos. Por la estrechez de las calles y las heridas de los muertos tampoco hubo ametrallamientos y finalmente por la recogida de cadáveres y su posterior enterramiento y registro civil, las víctimas fueron exactamente 126. ¿Si Guernica fue terrible que podemos decir de Dresde?
¿Qué valor estratégico tenía Dresde para recibir este castigo?
Dresde, como toda gran ciudad tenía industria y algunas fuentes pretenden justificar el bombardeo como herramienta para evitar el uso de dicha industria con fines militares. Pero la realidad es que no era una ciudad industrial importante de producción de material de guerra y por ello no había sido aún bombardeada, por otro lado dicha justificación hubiera servido si se hubiera realizado tiempo atrás cuando Alemania estaba fuerte y su maquinaría funcionando a pleno pulmón, no cuando lucha por no ser totalmente aniquilada y es prácticamente imposible mover material de un lugar para otro. Además el ataque no fue dirigido sobre los puntos estratégicos industriales de la ciudad para destruirlos con bombas tradicionales, sino que principalmente se atacó el centro de la ciudad y con bombas incendiarias que claramente van dirigidas a la población civil.
Otra justificación ridícula es que Dresde era un nudo de comunicaciones importante, como de hecho sí lo era, pero desde un punto de vista militar un nudo de comunicaciones es importante si no se puede sortear o forma parte de una línea defensiva que impide el avance. Pero eso tampoco era así, Dresde era franqueable y no formaba parte de ninguna línea defensiva. Destruir Dresde solo podía dificultar la toma de la ciudad ya que una ciudad destruida es más fácil de defender e impide el avance de los atacantes, es justo al defensor al que le interesa crear obstáculos y destruir nudos de comunicación, no al atacante que los necesita abiertos para poder avanzar.
Otro motivo para el ataque a Dresde, como así ha señalado algún analista, podría ser que constituyera un núcleo de concentración militar en la retaguardia o tuviera cierta importancia logística, o su aeropuerto tuviera gran actividad militar. Aunque es cierto que las juventudes hitlerianas tenían en Dresde un acuartelamiento de instrucción y que como toda ciudad de un país en guerra colabora en apoyo logístico a las unidades desplegadas en el frente, y que ciertamente también disponía de aeropuerto, cabe señalar que hasta aquellos fatídicos días, no era considerada un punto estratégico fundamental para las partes beligerantes, para los aliados no representaba un obstáculo en su avance a Berlín y los alemanes habían trasladado sus baterías antiaéreas a otros centros industriales, los 20 cazas estacionados en la ciudad no tenían combustible, ya que alguien consideró que no valía la pena utilizarlo en esos aviones. Todo esto señala el poco interés que para los defensores tenía Dresde desde un punto de vista militar y revela también su indefensión. Si no tenía interés militar para los defensores, porque lo iba a tener para los atacantes
¿Entonces porque bombardear Dresde? Sir Arthur Harris, mariscal de la Real Fuerza Aérea, era partidario acérrimo de los “bombardeos alfombra” sobre las ciudades, más que sobre puntos militares o industriales. Creía que este tipo de acciones militares era una forma efectiva de que cundiera la desmoralización en las filas enemigas. En un informe de la RAF de enero de 1945, se puede leer “Dresde, la séptima ciudad más grande de Alemania y de un tamaño no muy inferior al de Manchester, es también la población enemiga más grande que queda sin bombardear (...). De rebote, se logrará mostrar a los rusos, cuando lleguen, de lo que es capaz el Mando de Bombarderos británico”.
En mi opinión y en línea con el análisis que he realizado, la única explicación valida del espantoso bombardeo de Dresde es la misma que la del bombardeo de Tokio, y el lanzamiento de las dos bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, es forzar a la rendición del enemigo tras demostrarle el poder de destrucción sobre su población y así quebrantar la voluntad de resistencia de los defensores y acortar la guerra. La ética es siempre subjetiva, lo cierto es que el vencedor no solo no juzgará sus propios crímenes sino que en lo posible intentará ocultarlos o justificarlos
Necesario o no, el bombardeo de Dresde castigó a la población civil de una forma cruel: un parlamentario inglés no dudó, entonces, en calificarlo como el peor crimen de guerra cometido jamás por Inglaterra.
Donald Nielsen, piloto estadounidense que participó en los bombardeos sabe muy bien lo que siente: “Todos los días le pido perdón a Dios”.
Víctor Pascual Viciedo Colonques es Presidente de la Associació de Llauradors Independents Valencians (ALIV)