Fernando Roig tiene derecho a pedir sentido común a la hora de establecer pactos de Gobierno en España, porque es un empresario con un probado sentido común, al frente de su empresa PAMESA y del Villarreal, C.F.
Ha pedido sentido común en estos momentos cruciales para formar pactos que faciliten un gobierno en España, y recuerda que en estos tres últimos años se ha impulsado una mejoría económica evidente en nuestro país y el paro sigue bajando con datos esperanzadores.
El problema es saber qué entiende Roig por “sentido común”, aunque ha dado algunas pistas con esas afirmaciones. Si la situación económica está mejorando, parece que la política anunciada por el PSOE y Podemos de aumentar los impuestos y gastar más puede chocar con esa línea de sentido común que apunta Roig, y no solamente él.
Otro tanto cabe decir de la reforma laboral, que Pedro Sánchez ha prometido derogar la actual legislación “en el primer minuto” que gobierne. Esta ley ha posibilitado que muchos empresarios encontraran vías de salida que, de otra manera, probablemente el paro iría aumentando, por las cargas salariales que gravaban las empresas. Y si las empresas no mantienen o crean puestos de trabajo, es peligroso encarar otra vía de creación de empleo, como puede ser aumentar el número de funcionarios o contratos públicos, que pueden ser un lastre de entidad.
¿A qué solución puede llevar el sentido común? En buena lógica a que el partido más votado, el PP, consiga formar gobierno con quien quiera seguir en la línea económica que el PP ha logrado, aunque con medidas que han supuesto sufrimiento a toda la sociedad.
El sentido común apunta a un pacto del PP con Ciudadanos. El escollo de la corrupción en el PP, avivado con los últimos casos de corrupción en el PP valenciano, puede atajarse, y en todo caso tener presente que el PSOE no puede, en absoluto, presentarse como un partido regenerador, con lo que hemos presenciado en Andalucía.
No creo que Roig entienda el sentido común como justificación para que entre en el Gobierno el partido de Pablo Iglesias. Con sus propuestas cambiantes, Iglesias está demostrando que los “sillones” le preocupan e interesan mucho más ahora que otras cuestiones, y es un síntoma preocupante.
Pedro Sánchez parece haber tejido una arriesgada política de pactos con casi todos, exceptuando al PP, pese a los intentos de Albert Rivera de que no se puede relegar al PP en un pacto estable de gobierno.
El sentido común lleva, en estos momentos, a poner los medios para llegar a unas nuevas elecciones, pues no parece que cambiaran considerablemente los escaños. Podría salir favorecido Podemos, que sobrepasaría al PSOE.
Ciudadanos aparece cortejado por Sánchez y por Rajoy, y de hecho los dos han preferido reunirse antes con Rivera. Pero esta táctica en Sánchez esconde los pasos que está dando para que haya un gobierno con Podemos, Izquierda Unida, PNV y algunos más. Peligrosas negociaciones de Sánchez, que tiene un afán desmedido de ser presidente.
El sentido común parece abonar la tesis de Rajoy de un pacto con el PSOE y Ciudadanos, pero España es España y sigue presentando obstáculos personalistas.
El sentido común debería llegar a pactar, sobre todo, programas con partidos con más puntos afines, y dejar a un lado personas para un segundo momento.
Al final, uno se acuerda de aquello de que el sentido común es el menos común de los sentidos, y la incertidumbre política nos está perjudicando como país.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.