Íñigo Errejón entra en acción en las elecciones generales del 10-N. Él iba diciendo que no se quería precipitar, pero Más Madrid quiere acelerar los pasos, y presentarse dentro de mes y medio, con Errejón a la cabeza.
En la política española nos estamos acostumbrado a ver cómo los tiempos previsibles se pulverizan: lo escrito hoy puede ser distinto o muy matizado mañana mismo por los acontecimientos. Cuatro elecciones generales en cuatro años llevan a esta aceleración imprevisible.
Errejón no quiere cometer los errores de Pablo Iglesias, de excesivo personalismo, protagonismo, afán de cargos y reiterados bloqueos para formara gobierno con Pedro Sánchez, de modo que en la izquierda hay un sentimiento generalizado de “cabreo” –expresión utilizada por Mónica Oltra-, y el 10-N tiene también un factor claro de imprevisible, como todas las elecciones, como ha dicho Pablo Casado: “las elecciones las carga el diablo”.
Casado, sobre todo, apunta a un Pedro Sánchez que espera crecer en las urnas, y de hecho las encuestas coinciden en ese crecimiento socialista.
El crédito político de Pablo Iglesias está agotado. Las urnas lo están demostrando, y el 10-N apunta a una caída libre de Unidas Podemos. Lo saben en Compromís, que ha sido el primero en unirse a Errejón, y también lo saben en la Chunta Aragonesista, también uniéndose a Errejón. Y ahora veremos otros partidos o “mareas” que siguen sus pasos.
El bloqueo de Sánchez e Iglesias ha generado hartazgo en los españoles. Cada uno ha pretendido escenificar que es culpa del otro. El castigo en las urnas, a la vista de encuestas e impresiones de la calle, va a ser para Iglesias.
En este escenario, en la izquierda preocupa –y mucho- la abstención como consecuencia del bloqueo sufrido. Más Madrid piensa que puede hacerse con votos que han ido a parar a PSOE y Unidas Podemos, sobre todo del partido de Iglesias.
En la izquierda se teme la abstención y la fragmentación. Pero para no diluir los votos, formaciones de izquierdas como Compromís y Chunta Aragonesista ven más útil unirse a Errejón. Lo de “sumar” está muy presente, no sólo en la oferta de Pablo Casado con el “España Suma”.
Toda una incógnita los resultados que obtendrá Más Madrid (se da por hecho que con otra denominación, pues ya saldrá a otras comunidades autónomas). Pedro Sánchez se frota las manos, viendo que se hace realidad lo que daba por hecho: que Errejón se presentaría.
Puede obtener buenos resultados el PSOE, significativos Errejón y hundirse Unidas Podemos. ¿Cómo formar gobierno? Como siempre, habrá que ver los números. Los escaños del PNV pueden ir con unos o con otros, son así de fluctuantes. No hay que descartar que Pedro Sánchez baraje la idea de gobernar con Ciudadanos, el apoyo de Más Madrid y del PNV, dejando ya totalmente al margen a Iglesias. Seria certificar su irrelevancia.
El PP –así lo señalan las encuestas– crecerá en diputados, a costa especialmente de Ciudadanos. Un duelo electoral entre tríos: por un lado, PSOE-Unidas Podemos-Más Madrid; por otro, PP-Ciudadanos-Vox. Aunque la postura de Ciudadanos sigue siendo una incógnita ante posibles pactos, como se evidenció en la oferta de última hora que hizo Albert Rivera a Pedro Sánchez, alegando llegar a la gobernabilidad, pero asustado en la práctica por el descenso previsible de Ciudadanos el 10-N.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.