Me parece totalmente incoherente que Carolina Punset deje la Ejecutiva de Ciudadanos y siga como eurodiputada, pues ha dejado muy claro que no está de acuerdo con muchas decisiones del partido de Albert Rivera.
Si tan en desacuerdo está, lo coherente debería dejar también su escaño como eurodiputada. Sin embargo, parece que ya cumple con la “coherencia” dimitiendo de la Ejecutiva, y ha dejado bien claro que lo de llamar “trozo de tela” a la Senyera valenciana y las posteriores reprobaciones de sus compañeros de partido en la Comunidad Valenciana sólo ha sido la gota que colma el vaso.
Carolina, hija del exministro Eduardo Punset, se siente defraudada por Ciudadanos, querría que fuera un partido que luchara contra el sectarismo de izquierdas y de derechas, y que también combatiera el regionalismo no independentista.
Los vaivenes de Ciudadanos son reales, pero la eurodiputada debería preguntar por su propia coherencia personal, aunque no esté de moda precisamente la coherencia política.
La incoherencia de Carolina Punset viene de atrás. No parece coherente con sus ideas que se presente a las elecciones autonómicas valencianas en 2015 como candidata de Ciudadanos a presidir la Generalitat Valenciana, tratándose de una comunidad autónoma donde las tradiciones, la lengua, la historia regional tienen un indudable arraiga. Su desprecio explícito hacia el valenciano, las señas de identidad, la cooficialidad del valenciano y del castellano la descalificaban como candidata a presidir la Generalitat. Ella, nacida en Estados Unidos, tiene afanes de grandeza, la ciudad alicantina de Altea se le quedaba pequeña para sus ambiciones, y también la Comunidad Valenciana.
Tuvo un gesto de sinceridad cuando se presentó a las elecciones autonómicas: alegó conocer muy poco la realidad política de la Comunidad Valenciana. Tampoco le interesó conocerla mejor. Tras unos meses de diputada en las Cortes Valencianas, se fue en febrero de eurodiputada a Bruselas, donde sigue agarrada al escaño, por su excelente remuneración y porque estaba cantado que lo suyo era buscarse acomodo lejos de “provincias”, ella que ha sido concejala de Altea desde 2007 a 2015, perteneciendo a un partido totalmente “local”, CIPAL, mientras hizo coqueteos con los ecologistas Europe Écologie Les Verts, y tras haber pertenecido a UPyD.
Carolina Punset dice estar en desacuerdo en muchas cosas con Ciudadanos a nivel nacional ¿y a nivel internacional no, que se agarra al escaño de eurodiputada? Tal vez está paladeando el buen sabor de ser “casta” ella ahora, con un buen acomodo.
Su padre, ha pertenecido a 6 partidos políticos: Partido Comunista de España, UCD, CiU, CDS, Foro y ahora Ciudadanos. Fue ministro con la UCD, conseller en Cataluña, diputado nacional y eurodiputado. Toda una trayectoria política, con la coincidencia de que ahora coinciden padre e hija en Ciudadanos. El padre partió de las ideas comunistas, para irse adaptando.
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Ser de un partido político u otro no es, no debe ser, firme y definitivo necesariamente, pues es un instrumento de participación. Lo que sí ha de pensar cada uno es en su propia coherencia personal, en su dignidad, cuando se presenta a unas elecciones autonómicas y cuando se aferra a su escaño de eurodiputada mientras expresa sus grandes diferencias con la Ejecutiva de su por el momento partido político que la ha aupado.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.