Tras la lectura del artículo “El cóctel "Margarita" que hace invisibles a los Altos Mandos militares españoles” publicado en la web https://www.atalayar.com En el que Juan Pons, con ironía, nos describe como la ministra de Defensa Margarita Robles tiene mudos y prácticamente invisibles a generales, almirantes y especialmente a los jefes de los Estados Mayores. Me suscita la pregunta ¿tienen suficiente visibilidad las Fuerzas Armadas(FAS)?
En respuesta a mi pregunta, a la alcaldesa de Valencia le parece que no lo suficiente, a la vista de sus declaraciones por la polémica que se generó, con críticas de la oposición, por la inclusión de una exposición militar que, ampliaba la asidua participación de la Unidad de Emergencias (UME), después de ocho años de ser vetado por el anterior consistorio, en la Expojove que, finalizó el pasado 04 de enero.
“las personas que nos cuidan no solo merecen respeto, sino también visibilización”
Realmente se observa en la sociedad algún movimiento que lleve a pensar que es necesaria una mayor visibilidad de la FAS. Si se le preguntará alguna vicepresidenta o ministra, probablemente contestarían que, cuando llevan sus niños al colegio, los padres les reclaman esa mayor visibilidad o cuando viajan en metro descubren que es uno de los temas candentes, pero la realidad es que desde la instauración de unas FAS (Fuerzas Armadas) profesionales, el contacto de la sociedad española con ellas, ha quedado reducido, actualmente, a las cada vez más frecuentes, por desgracia, actuaciones de la UME.( Unidad Militar de Emergencias) y puntualmente, en algunos actos como: el día de la Fuerzas Armadas, la Legión en la Semana Santa Malagueña o en la capital del Turia, el Acto Homenaje de las FAS y la Guardia Civil a las fallas que, lleva 34 años desarrollándose en el Acuartelamiento San Juan de la Ribera, por citar algunos de los de mayor relevancia.
No siempre la visibilidad es deseada. Que la profesión militar lleva consigo aceptar cierto nivel de riesgo, eso lo asume todo aquel que elige seguir ese camino. Sin embargo, hechos como los acaecidos en Cerro Muriano (Córdoba) que, cuesta la vida a soldados, por presuntamente, posibles imprudencias, por desgracia, generan el morbo que, atrae el foco de los medios de comunicación, con el daño que causan a la institución y como no, obvia decir, que, deben estar presentes, para intentar evitarlos a toda costa.
A esto, hay que añadir las medidas adoptadas por los sucesivos gobiernos que, han colaborado para que sean recluidos en sus Bases o Acuartelamientos, aislados de la sociedad a la que sirve y sus jefes sean mudos e invisibles.
Así opina Consoly León Arias (Historiadora por UCLM) y estudiosa de lo militar: “Las FAS una de las instituciones mejor valoradas por el conjunto de la sociedad, a la que determinados gobiernos han pretendido relegar al ostracismo, reduciendo sin pudor, su presencia y su voz. Nunca el estamento militar estuvo tan doblegado a la política ni estuvo formando parte de un entramado tan escabroso”.
Razones que han llevado a ello:
Parte de la clase dirigente y de la sociedad, sigue pensando:
Es un vivero para la ultraderecha que, es mejor tener encerrado y controlado. Los rescoldos de la guerra civil, después de más de 80 años, incomprensiblemente, siguen presentes y otros más recientes, como los que dejó, el 23F, siguen generando desconfianza.
. Son un elemento de represión para sus posibles fines.
. Algunos siguen anclados en el movimiento Flower Power de los 60, creyendo que las sociedades mutarán hacia un mundo angelical donde los ejércitos no serán necesarios.
Para contrarrestar estas opiniones:
El doctor en Historia Militar Jesús Ruiz Vidondo cree “Si la sociedad quiere olvidar su pasado, los miembros de la Fuerzas Armadas, como miembros de la sociedad quieren lo mismo”
- Es necesario seguir trasladando a la sociedad que, el ejército reaccionario dejó de existir hace muchas décadas y actualmente es un ejército, aunque reducido, moderno y preparado, que cumple eficazmente, las misiones que le asigna la Constitución, la Ley de Defensa Nacional y las órdenes emitidas por el gobierno de la nación. Y ello, solo se consigue con la visibilización de sus actuaciones.
- Bien es cierto que, los españoles hemos dejado de percibir amenazas directas que, nos obliguen a entrar en algún conflicto bélico y mucho menos en colaborar en la defensa de la nación, aunque por desgracia, la historia, muy a menudo y la cruda realidad actual nos recuerda, el mundo en el que vivimos, pero de ahí, a pensar que, las sociedades pueden mutar a un estado angelical donde los ejércitos no serán necesarios, es una gran utopía.
¿Cuál es el peligro de no visibilizar a la FAS?
Una desconexión progresiva entre la sociedad civil y las fuerzas armadas
La coronel Marybeth Ulrich, profesora del U.S. Army War College en el Instituto de Ciencias y Sociedad de la Universidad de Navarra, en febrero de 2020, hablando de la desconexión entre la sociedad civil y las fuerza armadas explicó: “con los años, las fuerzas armadas se han ido haciendo cada vez más ajenas hasta llegar a no ser representativas de la sociedad. Define la percepción de la sociedad civil hacia las fuerzas armada, como una “respetuosa indiferencia”.
Si eso ocurre en Estados Unidos, donde el himno, la bandera y el sentimiento patriótico está presente en cualquier acto relevante, que no será en España.
-Se convertirá en una sociedad más endémica de lo que es. Sus valores se transmitirán de padres a hijos o a familiares cercanos, separándolos por un muro, y no solo físico, de la sociedad civil.
-Se reforzará el sentir actual, la defensa nacional, es misión exclusiva del: Gobierno, FAS y FCSE.
Otro apunte que dejó la coronel Marybeth Ulrich en su intervención “Una posible solución a la desconexión entre estas dos esferas es la restauración del patriotismo no partidista y el refuerzo en la enseñanza de la misión de las fuerzas armadas”
En cuanto a la restauración del patriotismo no partidista en España, viendo la situación política actual, se antoja una quimera, a corto plazo.
¿Cómo visibilizar a la FAS?
El proyecto Cultura de Defensa lo lleva a tres grandes ejes:
Hay personal suficiente con preparación, capacidad y oratoria sobresaliente, para comunicar con claridad la realidad actual de los ejércitos y el desarrollo de sus misiones dentro y fuera del país. Habrá que preguntarse si personas cercanas a los 80 años son las más válidas, para comunicar la realidad actual de los ejércitos.
Se debe seguir incidiendo en las publicaciones que, lleva a cabo el Ministerio de Defensa en webs de gran difusión y en las aplicaciones más populares. Sin olvidar las plataformas y especialmente la televisión pública. Se han emitido, algunas series de ficción, de un nivel aceptable, aunque como la realidad siempre supera a la ficción, realizar una serie de documentales que, retraten, de forma fidedigna, la vida tanto en las bases y acuartelamientos, como en el desarrollo de ejercicios tácticos, fuera de ellas. Mostrarían la realidad de la vida diaria de los ejércitos y sus soldados.
Respecto a la enseñanza de la estructura y misiones de las FAS: Lo idóneo sería que miembros de las FAS, se desplacen a los centros educativos, a trasmitir de primera mano, el temario correspondiente. Se ha demostrado que las sesiones informativas y visitas son las que mejores resultados proporcionan.
En ese contacto directo es donde surgen discrepancias, quizás, no sea el mejor espacio para exponer un tanque o montar un Stand para exposición de armamento ligero, en una feria navideña dirigida a niños de cualquier edad, pero actividades relativas a montaña o supervivencia, impartidas por soldados, tendrían perfecta cabida.
-Visitas y sesiones que parecen imprescindibles:
. A Unidades militares por jóvenes de 14 años en adelante.
. Informativas sobre sus misiones y las diferentes opciones, para acceder a las FAS., en el último curso de la ESO y Bachillerato.
. Informativas de mayor calado, serían interesantes en grados como: Historia, Periodismo, Ciencias Políticas o Derecho.
A esto habría que sumar que, nuestros dirigentes colaboraran, intentando no restar.
Un candidato a la Presidencia del Gobierno no debería, lanzar el mensaje -integraré el ministerio de Defensa, en un departamento que, se denominará de seguridad-, para que cuando accedes a la presidencia no lo llevas a la práctica. El mensaje esta lanzado, “no deseas dar visibilidad a las FAS, representadas en su ministerio”
Visitar a las FAS en sus bases o acuartelamientos por parte de los jefes de gobierno, durante sus mandatos, debería ser algo totalmente normal y por desgracia, no se lleva a efecto.
Ayudaría la presencia del Presidente del Gobierno en el acto relevante del día de las FAS. Su falta de asistencia ¿Qué mensaje trasmite a la sociedad? Como mínimo, indolencia.
En definitiva, será imposible aumentar la visibilización de las FAS, si nuestros dirigentes no creen en ello y no ayudan con sus decisiones, informaciones y apoyo económico, a lograrlo.
Hasta ahora hemos conseguido tener un Ejército, volcado en paliar desastres naturales y con pequeñas fuerzas, ser capaces, con éxito, de integrarse en otras supranacionales, para la ejecución de misiones de paz, pero no olvidemos, que habría que estarlo, para otras misiones defensivas, fundamentalmente, donde nos veríamos, probablemente, fuera del paraguas de protección de organizaciones de defensa multinacionales, a las que estamos adheridos. Según Stanley G. Payne, entre otros, nuestro Ejército, en estos momentos, “no está en condiciones de defender su frontera sur”.
Se necesita que la sociedad civil tome conciencia de su necesaria participación en la defensa y para ello, un primer paso, sería al menos, un mejor conocimiento de sus FAS. Aunque en estos de momentos que vivimos, de sobresalto en sobresalto, sin saber hacia dónde se dirige la nación española, parece irrelevante dar estas opiniones.
Imagen 1: La Razón
Imagen 2: ESdiario