Mónica Oltra lleva cuatro años y medio siendo lo que quería ser, consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas –además de vicepresidenta-, marcándose el reto de dar un salto cualitativo y cuantitativo en cuestiones tan sensibles socialmente como los Menores y la Dependencia, para demostrar que un gobierno de izquierdas mejoraría lo que hasta ahora había hecho el PP. La sociedad quiere eficacia en esas materias, no promesas ni palabrería, y ya es hora de hacer balance de lo logrado por Oltra. Ya se sabe que la fuerza de una cadena se mide por el eslabón más débil, por lo que el lector puede juzgar si Oltra ha fracasado o no.
En cuanto a los Menores, en la opinión pública escuece la polémica decisión de la consellera de cerrar el centro de menores de Segorbe, por la acusación a un monitor de abusos sexuales. Luego resultó que ese monitor fue absuelto. Se basó en un informe de inspección rutinario, que no señalaba graves deficiencias, no había sentencia, pero había una circunstancia que parece que en Oltra pesó en exceso: era gestionado por religiosas. Como había problemas reales en otros centros de menores tutelados por la Generalitat, Oltra vio la puerta abierta para desviar la atención, y arremetió despiadadamente contra el centro de Segorbe. Ahora se pide a Oltra que comparezca en las Cortes tras la Sentencia 617/2019 de la Audiencia Provincial de Valencia condenando al ex marido de Oltra por abusos en un centro de menores de la Generalitat, sin que Oltra tomase medidas preventivas de ningún tipo, y tras haber pasado la menor un calvario: cuanto más sabemos de este caso, más lamentable resulta la inacción de Oltra. Se puede fracasar por ineptitud, pero también por sectarismo, como es el caso.
La Dependencia es otra de las banderas de Oltra. Va aportando datos comparativos según le conviene. Es un numeroso sector de población, cada vez mayor. Sin embargo, recordemos algunas cifras que Oltra no facilita. Desiste de construir residencias públicas, y delega en los ayuntamientos la construcción de centros públicos de servicios sociales, según se pretende en los presupuestos de 2020: la Comunidad Valenciana está un 50% por debajo de la media nacional en plazas residenciales ¿por qué no concierta más plazas con residencias privadas? En vez de cuidadores profesionales, busca ahorrarse un 66% pasando la responsabilidad a las familias, y somos la Comunidad con mayor número de familiares cuidadores, 25 puntos por encima de la media nacional. Pero aumenta el personal de su Consellería un 13,5%. Sangrante.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.