Se ha hecho popularísimo en la Comunidad Valenciana el término “Ximoanuncio” sobre el modo de gobernar de Ximo Puig. Largas listas de proyectos inacabados o ni siquiera empezados, que los presenta con gran entusiasmo formal, para acabar en la papelera.
Lo que pocos saben es que ese término lo acuñó un partido que gobierna con Ximo Puig, Podemos. Desde 2015 gobiernan socialistas, Compromís y Podemos, en una historia incesante de tensiones, enfrentamientos, desaires, y ya en su día Antonio Estañ, entonces líder de Podemos –que ha cambiado de líder en la Comunidad Valenciana estos años de tripartito unas cuantas veces, así de volátil es el tripartito -, acuñó el calificativo de ‘Ximoanuncios’.
El pasado lunes Ximo Puig anunció en tierras alicantinas que en septiembre se aprobará el proyecto de Ley de medidas contra la despoblación: el penúltimo ‘Ximoanuncio’, porque el último perfectamente puede ser el que usted, querido lector de estas líneas, conozca hoy mismo.
No sé si es consciente de que, precisamente los habitantes de municipios despoblados, están hartos de promesas políticas, durante muchos años, y únicamente quieren oír y ver medidas concretas en marcha, inversiones reales, coberturas eficaces: es un votante especialmente realista, que ha visto cómo emigran los vecinos en búsqueda de mejores opciones laborales o una buena educación para sus hijos.
Ximo Puig cultiva esa técnica propagandística: anunciar una medida para dar la sensación de que ya se ha aprobado o puesto en práctica. En teoría, todo confuso en un mar de promesas.
Sin embargo, me parece que se ha equivocado, cayendo en su propia trampa de empezar a acelerar políticamente a nueve meses de las elecciones autonómicas y municipales. Sí queda por delante un “parto”.
Un poco de seriedad y de rigor, una dosis de sentido común debe administrarse Ximo Puig, o hacerle ver su equipo de Gabinete y/o Comunicación que ha hecho el ridículo anunciando ese proyecto: ¡lleva más de siete años gobernando y lo que ahora debe hacer es presentar resultados!
Avanza un proyecto con carácter de “urgencia”: tras siete años gobernando, le entra la urgencia, las prisas. Parece la actitud de un mal estudiante, urgido ya ante la inminencia de los exámenes en las urnas. Dijo que la lucha contra la despoblación está en el “corazón” del Consell: o presenta datos o es mejor callarse.
Tan clamoroso fue el error de Ximo Puig que se lo puso en bandeja al PP alicantino de la Marina Alta, donde hizo el anuncio. Simplemente, el PP reaccionó esgrimiendo un dato: siete millones de euros ha invertido la Diputación de Alicante en esa comarca este año, por escasos dos millones la Generalitat.
Seguro que en todas las comarcas no hay tanto desnivel, pero al menos podría haber tenido la habilidad de anunciar la ley en otro lugar. No creo que haya descuidado tanto Els Ports, la comarca donde está su ciudad natal, Morella: es una intuición solamente, porque allí tiene muchos votos de gratitud.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.