¿Por qué miente el Comisario Europeo de Agricultura?

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Ayer fue noticia que el comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, se haya desplazado desde Bruselas a Valencia para, según sus propias palabras: “reunirme personalmente con los productores” y “pedir al sector que remita a Bruselas «pruebas» del supuesto impacto de los acuerdos comerciales con terceros países” A mí, como poco, me parece sorprendente que aún no las tenga, cuando los datos sobre los precios de los cítricos en campo son públicos en la WEB http://www.precioscitricos.com/indexp.asp, donde se pueden consultar los precios de las variedades más comunes por semanas y con histórico desde el 2007 hasta hoy.

Otro fenómeno definitorio del desastre sufrido esta campaña por el sector ha sido la cantidad de cítricos que se han quedado en los árboles sin recoger, valorando, unas asociaciones agrarias en 1 de cada 4 frutos y otras en unas 500.000 Tn a mitad de campaña; a fecha de hoy no hay precio para la “ortanique” y cuando ya debiera de haber finalizado la campaña de las “Lane Late” muchos huertos siguen sin recoger. Cierto es que es muy difícil de valorar con exactitud la cantidad de lo que no se recoge, pero también es cierto, que nunca, ni siquiera en campañas con climatología adversa en donde parte del fruto se había estropeado, se había quedado tanta naranja y tanta mandarina sin recoger.

Pero este personaje, “inepto” o “corrupto”, desde su poltrona en Bruselas, con muchos funcionarios trabajando para él, “pide pruebas”, no sin antes advertir que las que él posee no avalan que los acuerdos comerciales con países terceros como Sudáfrica, Marruecos o Egipto sean la causa de la crisis citrícola. En su declaración a EFE afirma, que según la Comisión Europea las dificultades de la campaña actual, se deben a una combinación de múltiples factores, sobre todo relacionados con las condiciones de producción. En mi opinión, para afirmar tal cosa, tiene que ser él el que demuestre que es lo que ha cambiado en las condiciones de producción para que se produzca tal desastre, porque si no, es un insulto gratuito a los productores españoles.

¿Cuáles son sus datos Sr. Hogan? ¿Cuáles son sus fuentes? ¿Es qué acaso son distintas a las que posee el propio Ministerio de Comercio español? ¿Qué le hace suponer que los productores o incluso las asociaciones agrarias valencianas, puedan tener datos distintos o más completos de los que posee usted mismo o el aparato de la administración del Estado que debiera de controlar todo lo que entra y sale de nuestros puertos? En cualquier caso, no mienta Sr. Hogan, usted asegura que las cifras que Bruselas maneja indican una caída de las importaciones procedentes de terceros países; en cambio, los datos del DATACOMEX de la Secretaría de estado de Comercio, sí indican un aumento progresivo de Tn desde el 2014 (tablas que ya he expuesto en otros artículos y que vuelvo a anexar al final de éste). Datos que, además están en armonía con el incremento muy relevante de superficie cultivada en estos países y el abandono y retroceso espectacular de la nuestra. ¿Cómo es posible que los datos de la UE sean distintos de los del Ministerio de Comercio español? ¿Cuándo la UE se decidirá a tomar alguna medida proteccionista? ¿Va acaso a esperar a que el campo valenciano esté totalmente abandonado? Luego, cuando esto ocurra, no se olvide de cargarnos algún impuesto o sanción por delito ecológico.

El Sr. Hogan pone el acento de la crisis en el minifundio y la falta de asociación de los agricultores valencianos diciendo: «Entiendo que Valencia tiene muchos pequeños productores y que sólo el 34 % están en organizaciones de productores». Pero esto no es nuevo, por lo que no puede ser el motivo de la crisis, y además los agricultores que están en cooperativas incluso han tenido peores liquidaciones; alguna cooperativa ha liquidado a cero o en negativo.

En cuanto al alto nivel de residuos de pesticidas no autorizados en los cítricos extracomunitarios denunciado por las asociaciones agrarias, sigue sorprendiéndonos el Sr. Hogan en sus declaraciones a EFE, donde afirma textualmente: “sobre los pesticidas, hemos pedido que nos presenten las pruebas y no hemos recibido nada”. Además de inepto, este Sr. es un sinvergüenza, ya que no tiene vergüenza en admitir que los productos agrícolas extranjeros están entrando sin ningún control ni análisis fitosanitario, cuando a las nuestras si se los pasan para comprobar que los agricultores españoles cumplimos las normativas europeas fitosanitarias y medioambientales.

¿Y con quien ha venido a reunirse el Sr. Hogan? Él decía que con los productores; ya me extraña que me llamen a mí o a gente como yo para reunirnos con el representante de agricultura de la UE. En realidad, se ha reunido con políticos y con la interprofesional Intercitrus, “el zorro que cuida de las gallinas”. Los acuerdos comerciales internacionales con países extracomunitarios productores de cítricos no afectan por igual a todo el sector citrícola español; a los exportadores españoles, o no les afecta o incluso las grandes firmas se ven beneficiadas al poder comercializar sin trabas, cítricos de fuera de la UE. Y no estoy diciendo que hagan nada ilegal con ello; ellos simplemente realizan su función. El problema son esos nefastos tratados de comercio que se lo permiten. Pues bien, en Intercitrus, no solo están representados los productores a través de asociaciones agrarias subvencionadas que, en agradecimiento a dichas subvenciones, llevan un discurso blandiblu de soluciones sino que, los exportadores, a través del Comité General de Cítricos y de su presidente, están fuertemente representados y son los que principalmente llevan la voz de la organización.

No es de sorprender, por tanto, que por parte de Intercitrus se haya puesto el acento en el control de plagas que pudieran venir con las importaciones y la imposición de las mismas exigencias fitosanitarias a estos países que, siendo necesarias, no van a frenar la entrada de productos de países con mano de obra esclava y monedas muy devaluadas con los que los agricultores europeos jamás podremos competir en precio. La única solución es frenar dichas importaciones, pero no solo no lo hacen, sino que actualmente la UE, sin transparencia alguna y sin intervención de nadie del sector citrícola español, ya está negociando otros acuerdos comerciales internacionales con MERCOSUR que favorezca la entrada de cítricos colombianos o zumo del Brasil.

En 2018 España aporto el 63% de los cítricos comercializados en la UE, mientras que el 37% restante lo aportaron los países de fuera: Sudáfrica, Egipto, Marruecos y Turquía. Sr. Hogan, la solución es muy sencilla: sean los datos que sean, entre poca o mucha naranja desde fuera de la UE, mientras la nuestra se quede sin recolectar en los árboles, no debiera de entrar ninguna procedente de fuera de la UE. Y esto, o no lo ve y es usted un incompetente, o tiene otros intereses y es usted un corrupto.

No quisiera terminar el artículo sin una recriminación a quien corresponda. Los resultados electorales han demostrado que en las poblaciones citrícolas se sigue votando igual que antes de la crisis, incluso se ha premiado al partido que desde el poder se negó a solicitar la salvaguarda a Bruselas y se ha castigado, dejándolo sin escaño en Castellón, al único partido que llevaba la única medida capaz de revertir la situación que consiste en el rescate en Europa de un principio fundacional de la UE: el Principio de Prioridad Comunitario.

Con el Principio de Prioridad Comunitario los productos agrícolas europeos son prioritarios a los de fuera y por tanto, para frenar la entrada indiscriminada de cítricos extracomunitarios, se pueden: establecer ventanas de entrada para que no interfieran en nuestra campaña; marcar cupos de volumen para evitar una sobreoferta; y por último fijar aranceles de entrada que eviten caídas de precios inasumibles para los productores europeos.

No quiero posicionarme políticamente sino únicamente defender el Principio de Prioridad Comunitario como única medida capaz de salvar a todo el sector primario español. Pero si castigamos al partido que la ha planteado, ¿cómo queremos que la lleven otros partidos que sin plantear soluciones consiguen nuestro voto? A ver si va a ser verdad que los agricultores somos unos paletos con boina a los que los partidos convencen repartiendo zumo de naranja en sus campañas electorales y diciendo, sin plantear medida alguna, que nos van a defender. El problema lo han ocasionado los políticos con estos acuerdos comerciales, y por tanto la solución es política; si votamos lo mismo, la situación va a ser la misma.

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  • Víctor Pascual Viciedo Colonques es Presidente de la Associació de Llauradors Independents Valencians (ALIV)