El caso de los ERE en Andalucía sigue abierto. El martes se informó de que se habían hallado tres cajas fuertes de un metro de altura en la sede de la Agencia andaluza IDEA, que han sido entregadas al Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla.
“Cajas llenas de papeles de los ERE”, se ha dicho, y que en vez de aportarlas al juez se guardaron en cajas fuertes. Y han avisado desde la actual Junta de Andalucía: “próximamente vendrán más”.
Susana Díaz se ha despachado con que el actual Gobierno andaluz está utilizando el caso de los ERE para difamar. Ha llegado a calificar como “ridículo” lo que se está hablando o haciendo sobre el mayor caso de corrupción política de la historia de España.
No es un caso amortizado, como ha pretendido Susana Díaz, lógicamente porque le interesa muchísimo que se pase página.
La dimensión del caso de los ERE plantea muchas preguntas a cualquier ciudadano. La primera es que se ha condenado a algunos, pero ¿cuántos más estaban al corriente de alguna manera, y no hay –al menos todavía– pruebas de ello?
La otra pregunta es cómo puede ser que aparezcan ahora esas tres cajas fuertes. En las investigaciones y registros judiciales, que han sido largos, alguien o algunos han ocultado esas cajas, no parece que meramente por un olvido sin importancia. ¿Quiénes, con nombres y apellidos, han ocultado esas cajas?
Otra cuestión más es la que sobrevuela entre los españoles: ¿qué mecanismos hay para restituir lo robado a los andaluces? O, dicho de otro modo, habrá que plantearse qué mecanismos establecer para que no se repita, pues defraudar tantos millones no puede quedarse sin restitución.
Gestionar recursos públicos tiene que caracterizarse por total transparencia y responsabilidad económica, como en una empresa privada. Si se me apura, yo diría que con más motivo que en una empresa privada.
Tiene que tener cuidado Susana Díaz –ahora tan “cercana” a Pedro Sánchez, porque ve en peligro su subsistencia política, precisamente por la responsabilidad política del PSOE en Andalucía sobre los ERE andaluces– para no tratarnos como lerdos al hablar de este asunto.
Le interesa mucho a Susana Díaz despejar balones, intentar liderando a los socialistas andaluces ahora y en el futuro, pero que mida sus palabras, porque la política no es el disfraz de todo, y con sus afirmaciones actuales hace el ridículo.
Si el PSOE no hace una limpia en Andalucía, no creo que tenga futuro político: puede haber votantes socialistas a nivel nacional, pero que en las autonómicas andaluzas votarán a otro partido político. Susana Díaz no se da cuenta, o no quiere darse cuenta.
“Próximamente vendrán más” ¿cajas, sobres, nombres? Sigamos la pista, porque no está amortizado el caso.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.