Las residencias de ancianos merecen una especial atención siempre, porque nuestros mayores se han pasado la vida para sacarnos adelante y se trata de un sector vulnerable, todavía más en esta situación de pandemia. En España han fallecido 23.902 y en la Comunidad Valenciana 763 ancianos en residencias, a fecha 7 de diciembre. No sirve de excusa invocar que lo mismo ha sucedido, más o menos, en otros países europeos. Una tragedia muy dolorosa, sin paliativos.
Se acercan las fiestas navideñas, días de especial y hondo sentido cristiano y familiar. No se sabe qué va a suceder con las visitas de familiares a las residencias, y tal vez tiene su justificación sanitaria, porque puede variar en función de la evolución del Covid-19 en estos días previos a la Navidad. Sin embargo, conviene recordar las palabras de Mónica Oltra, responsable en el Consell de las residencias de mayores como consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, este verano asegurando que las residencias son tan seguras como un supermercado. A un supermercado se puede ir cada día con un mayor, sin ningún problema: a una residencia, no, con largos períodos en que no se han permitido visitas, y ahora con una visita semanal de media hora. Hemos de confiar en el Consell –aunque el “peloteo” entre Igualdad y Sanidad lleva a que nadie asuma en plenitud la responsabilidad-, pero también en los directivos de las residencias, que tienen el pulso diario, constante, de la realidad.
Para decidir sobre las visitas a las residencias, escuchar a los responsables, como en todo lo que afecta a las residencias. Sería interminable relatar el choque que ha habido entre Mónica Oltra y AERTE, la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes, de modo particular con su presidente, José María Toro. Según Oltra, el contacto ha sido permanente con las residencias; según Toro, en los dos meses más duros de la pandemia sólo habló una vez con Oltra. Oltra aprueba un régimen de sanciones para las residencias, y Toro responde que a las residencias hay que apoyarlas, no sancionarlas. Faltan plazas y medios. ¿Para cuándo las residencias en Onda y en Castellón, prometidas por Oltra? ¿Cuántas reuniones ha mantenido Oltra con los responsables de las residencias, y cuántas visitas ha hecho? Autocrítica, dar la cara.
Parte de la salud de los ancianos, y muy importante, es sentirse queridos. El cariño puede curar más que las medicinas. Mónica Oltra y Ana Barceló deben decidir las visitas con gran prudencia y humanidad, escuchando a los directivos.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.