Tras la crisis sanitaria por el coronavirus, España necesita celebrar unas nuevas elecciones generales a finales de 2020, para que haya un Gobierno que elijamos para superar la grave crisis económica, laboral y social en la que estamos ya sumidos. Y que va a ser muy dolorosa y larga.
La desastrosa gestión de la pandemia por parte del actual Gobierno –tarde y mal- al afirmar que tardaremos dos años en recuperar la riqueza perdida.
Algunos sectores se recuperarán antes de dos años, otros en dos años y otros tardarán más. Basta pensar en las empresas que se están viendo abocadas al cierre, o los comercios, autónomos, bares y pequeñas empresas que habrán de buscar nuevas actividades profesionales, y eso no se resuelve en unos meses.
Soy partidario de agotar las legislaturas, en principio, pero es que la actual situación requiere que los españoles elijamos a quien debe dirigir la recuperación de todo un país. Y me pesa pedir este adelanto, porque ya llevamos unas cuantas elecciones en los últimos años.
No hay que descartar que el propio Pedro Sánchez decida adelantar las elecciones, si ve –con la ayuda de su inseparable Iván Redondo– que la recuperación va a ser muy dolorosa y larga, y que electoralmente es peor para él esperar a convocarlas. Si ve que le conviene a él –no hablo de al país, sino a Pedro Sánchez-, no dudará en convocar nuevas elecciones. Y con esa decisión parecería que escucha a la sociedad.
La cuarta prórroga del Estado de Alarma fue aprobada ayer. Gabriel Rufián (ERC) le dio la espalda, recibió críticas por parte de Inés Arrimadas (Ciudadanos) pero le apoyó, y Pablo Casado (PP) se abstuvo al hablar de los “numerosos errores” cometidos por el Gobierno y de estar subidos ahora a una “ruleta rusa”. Vox amenazó con presentar una moción de censura.
Los españoles estamos en una situación de adormecimiento nacional, confinados, controlados y viendo cómo el país se hunde. El Estado de Alarma no es la única solución para detener la epidemia, pero Pedro Sánchez ha vuelto a sacarla adelante alegando que no hay otra opción legal y sanitaria, cuando en realidad sí que la hay, y basta ver ejemplos de países cercanos.
Al Gobierno actual le interesa seguir teniéndonos aislados, asustados, sumisos y sin capacidad de reacción: una democracia en cuarentena total, sin libertad de expresión. El Estado de Alarma le viene muy bien a los intereses de Sánchez e Iglesias, confinando nuestra libertad.
Criticar el electoralismo de Pedro Sánchez, escuchar ayer en el Congreso cómo le llaman mentiroso, no hace pestañear al ahora inquilino de la Moncloa.
El apoyo de Inés Arrimadas ha supuesto que algunos cualificados militantes de Ciudadanos se hayan dado de baja en el partido. ¿Es electoralista el apoyo de Arrimadas, o el “sí” lo ha dado pensando en el bien del país?
Estaba en el alero la decisión de Pablo Casado. El PP sabía que se jugaba mucho al tomar una decisión u otra. Por las palabras de Casado, parecía más coherente el “no”, pero al final se ha abstenido. ¿Por electoralismo o pensando en el bien del país?
A gobernantes y políticos de la oposición les pedimos que piensen, por encima de todo, en el bien del país, no en las perspectivas electorales de su partido. La postura de Ciudadanos y del PP ofrece no pocas dudas a sus militantes y votantes.
Otro Gobierno distinto al de Pedro Sánchez sólo sería posible con la unión de los partidos de centro-derecha, con alguna de las variadas fórmulas electorales existentes. Pero, si cada uno de ellos ha votado de modo distinto en una cuestión tan crucial como prorrogar el Estado de Alarma, no parece haber recambio. El dato de ayer es significativo: Ciudadanos, “sí”; Vox, “no”; y el PP se abstuvo.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.