LA CONFERENCIA DE PRESIDENTES

En los últimos años del gobierno de Josip Broz "Tito", sobre Yugoslavia, allá por 1978, el Mariscal se mosqueó con que tanta gente en el país se hiciera llamar Presidente: los administradores de comunidades de vecinos, los mandamases de equipos de fútbol, los líderes de Parlamentos, de forma que un día pensó "hasta aquí hemos llegado" y decidió que en Yugoslavia no había más presidente que él y retiró la facultad de vulgarizar el título a prorratillo. Poco tiempo después, en 1980, Tito desapareció y con él lo hizo también Yugoslavia que se vio fraccionada en siete países, dos de ellos -Croacia y Eslovenia- pasaron a integrarse pronto en la OTAN y la UE; Montenegro y Macedonia del Norte se unieron a la OTAN y el resto -Serbia, Bosnia y Kosovo- siguen en las tinieblas exteriores.

Salvando las distancias, el caso de Yugoslavia debe ser tenido muy en cuenta porque recuerda al de España en no pocos aspectos. Pero no es de esto de lo que hoy quisiera hablarles, sino que la rabieta de Tito y los presidentes de pacotilla me vino a la mente viendo el desarrollo de la XVIII conferencia de presidentes que se acaba de desarrollar en Pedralbes y en la que los presidentes autonómicos del PP -en mayoría absoluta- pidieron unánimemente, elecciones anticipadas.

Sánchez respondió como si oyera llover: las elecciones tendrán lugar cuando se complete la legislatura, es decir en 2027 y lo dijo con un aplomo con el que habitualmente suele añadir, como para fastidiar, "Y además, las vamos a ganar".

Fue bonito ver juntos a los representantes de las Comunidades Autónomas con el Rey, con el líder de la oposición y con los presidentes del Congreso y del Senado. La foto fue, una vez más, hermosa. Pero ahí acabó todo. Los representantes de la oposición solo estuvieron de acuerdo en el eterno estribillo del adelanto electoral. En lo demás, hubo demasiadas diferencias forzadas principalmente por la presidenta Ayuso.

Ayuso es consciente de que por su fuerza personal y por representar a la Autonomía más importante, era ella uno de los personajes más importantes del encuentro, pero lo cierto es que ella se sintió molesta durante toda la duración de la conferencia. Pasó un mal rato, tuvo que hacer enormes esfuerzos para dar la mano, con el brazo muy extendido, a muchos de los asistentes. Ni siquiera con el Rey pareció existir complicidad.

Imponer de antemano una condición que sabía no iba a cumplirse -el uso de un solo idioma, el español- la condenaba por fuerza al ostracismo y a tener que abandonar la sala cada dos por tres y en solitario.

Ayuso es una gran política. Tiene la garra de los triunfadores y es prácticamente seguro que mandará a la lona al matón López cuando lleguen las elecciones. Pero se está equivocando en la gestión del asunto de su pareja. Sin duda el Fiscal General tendrá que pagar su indiscreción para con Amador. Pero éste es culpable del delito de fraude fiscal y tendrá que cumplir su pena. Y a su enamorada le conviene alejarse cuanto más pueda de este asunto.

Ni la vivienda, ni la sanidad, ni la educación, ni la financiación autonómica conocieron progreso en la Conferencia. Cada uno soltó su sermón y a casa, a preparar la participación de la gran manifestación del día 8. Los 100.000 participantes que llenaron la plaza de España y aledaños, dijeron muy claramente lo que querían.

Mañana, tanto la Conferencia como la Manifestación, se habrán olvidado. El PP debe seguir pensando cómo avanzar en los dos años de legislatura que quedan, sobre todo para que no se repita la decepción del pasado julio.

No hay que confiarse, pero no solo eso: hay que evitar caer en la trampa de la demonización de la derecha, lograr una mayoría absoluta con Vox y romper ese bloque cada vez menos monolítico que componen los Frankenstein.

  • Jorge Fuentes Monzonís-Vilallonga es Master en Ciencias Políticas y Económicas y Derecho. 
    Diploma de Altos Estudios Internacionales. Embajador de España en Bulgaria en 1993. 
    Primer Embajador de España en Macedonia en 1995. 
    Embajador de España en Bruselas WEU en 1997, entre otros cargos.