En la mañana del 2 de marzo me he dispuesto a seguir, por televisión, el debate de investidura de Pedro Sánchez. He curioseado por los diferentes canales (su programación) hasta que empezara la retransmisión desde el Congreso de los Diputados; sabía, porque llevan un mes anunciándolo, que todos retransmitirían o comentarían las réplicas/contrarréplicas y votaciones, que todos alterarían de un modo u otro sus programas, pero me ha llamado especialmente la atención uno, que demuestra lo mucho que hemos cambiado los españoles y España: la cadena 13 TV retransmite todos los días de 11 a 11:40 la Santa Misa y hoy la estaba difundiendo a partir de las 8 de la mañana. Y anuncian una edición especial del programa “Más claro agua” hasta las 2 de la tarde.
En otros artículos he comentado que la Iglesia debe saber adaptarse a los nuevos tiempos, “venderse” (difundir su mensaje) de una manera adecuada a las necesidades y realidades contemporáneas. Atreverse a enfrentarse al mundo, a la sociedad modernos. No hablo de cuestiones dogmáticas (Doctores tiene la Iglesia) sino de difusión del mensaje evangélico. El Papa Francisco es un buen ejemplo de ello, ha conseguido conectar con la gente (creyente o no) y difunde muy eficazmente el mensaje cristiano.
Posiblemente es una anécdota en el discurrir de la historia el cambio de hora de una Eucaristía; unos lo verán como acertado, otros pensarán que difundiéndose en tantas cadenas no hacía falta cambiar dicho horario. Pero lo que está claro es que es un síntoma de los cambios profundos que están recorriendo España; estamos asistiendo en estos dos últimos meses a unos cambios históricos que sólo el tiempo nos dirá a dónde llegarán o a dónde nos llevarán. No sabemos si a unas nuevas elecciones, a un momento CUP (investidura en el último segundo del último minuto de un gobierno especialmente inestable, garantía de una legislatura breve o errática) o a un desencanto masivo de la ciudadanía por hartazgo de la incapacidad de su clase política dirigente.
Pero lo que es seguro es que muchos siguiendo, hoy 2 de marzo de 2016, por los medios de comunicación social el pleno de investidura, hemos exclamado: ¡Qué estamos viendo¡”, “ ¡Cómo hemos cambiado¡”. Un momento histórico de un tiempo que está haciendo historia.