El idioma valenciano de Naharro
Dada la formación intelectual de Naharro, no pudo dominar las lenguas que usaba en sus comedias. Hay biógrafos que le suponen alumno en Salamanca; otros, como el de la Gran Enciclopedia Catalana, dan como cierto que estuvo prisionero en Argel. Lo evidente es que el extremeño, llegado a Italia a los 17 ó 18 años, no pudo aprender valenciano, alemán, vasco, italiano, portugués, francés, castellano y latín. En las comedias usa proporcionalmente estos idiomas en función de lo que él escuchaba en su círculo social italiano. De ahí que del vasco sólo hallemos la frase “bay fedea” ; y, en tudesco o alemán, poco más del famoso “bi got”. De mayor a menor cantidad encontramos versos en castellano, valenciano, latín, italiano, portugués y francés.
La lengua valenciana de Naharro no es la usada en los textos humanistas del 1500, los de corte renacentista de Germana de Foix, los de Luis de Milán o Fernández de Heredia. El extremeño copiaba el habla de valencianos que convivían en Roma durante años con gentes de otras naciones, adoptando barbarismos léxicos y solecismos morfosintácticos. Pese a ello, es indudable que el dramaturgo quería escribir en lengua valenciana, como podemos comprobar en su comedia Seraphina:
“hui en dia” Usa el adverbio 'hui' valenciano, no el 'avui' catalán.
“per un servici” Naharro emplea el sustantivo valenciano 'servici', no el catalán 'servei'; recurso para huir de la parcial homofonía que producía con 'cervell' (cerebro). La lengua buscaba claridad semántica y morfológica para conceptos tan distantes como servicio y cerebro.
“es mes lleja (…) desijaves” Usa la morfología valenciana “lleja”, rechazando el grupo consonántico “tj” catalán que da lletja, desitjaves....
“la que te un poch de ” Como es habitual en la lengua valenciana, el adverbio 'poch' ocupa el lugar del catalán 'mica'.
“matemlo aci, manya mia” . De origen incierto, la voz manyo pertenece al idioma valenciano, pero no estaba tan generalizada en 1517 como Naharro da a entender. También la usan habitualmente los castellanos de la comedia: “Vete con Dios, maña mía”, “a quien digo, maña mía”, “O, maña, qué te dire”, etc. Corominas daba como primera documentación del vocablo en castellano la fecha de 1859 (DCECH); y es que, posiblemente, el etimólogo nunca leyó a Naharro; solamente consultó ensayos sobre el extremeño.
“tira, vesten astodiar” Desde los clásicos hasta la catalanización ortografica de ciertos poetas y prosistas de fines del XIX, en lengua valenciana se fundían formas verbales y enclíticos, escribiéndose 'vesten' y no con la grafía 'vés- te’n' del Institut d’Estudis Catalans.
“yo conech”, “trista yo”, “yo també”, “veritat dic yo” Naharro escribe correctamente el pronombre personal de 1ª persona. La evolución del latín ego generó 'yo' en valenciano, distinta al catalán 'jo'. Menéndez Pidal advirtió la diferencia: «provenzal moderno per yeou; catalán per jo, a jo; valenciano a yo» (Pidal: Gramática histórica, Madrid, Ed.1977, p.150)
“pera darli” La preposición valenciana 'pera' (cast. 'para'), es usual en Naharro, igual que la unión de infinitivo y pronombre débil enclítico.
“homens tan de be” Pluralización valenciana en -ns: jovens, homens, cofrens...
“y no mans / y paraules y no fets” El dramaturgo mantiene correctamente la 'y' griega como conjunción copulativa, no la -i- latina.
”presumixen de discrets” La morfología verbal respeta la valenciana “presumixen”, rechazando el catalán 'presumeixen'.
“fanfaregen de soldats” Aunque en vibrante simple, parece que esta es la 1ª doc. del verbo derivado de fanfarró en valenciano. De dudoso origen, quizá de un árabe hipánico *farfar (hablador, sin carácter), en valenciano se anticipa su presencia literaria al castellano y, por supuesto, al catalán.
“sos pecats ixquen en plaça” En catalán, la 3ª pers. pl. presente subjuntivo sería “ixin” ; o usando el verbo sortir, equivalente al valenciano eixir, “surtin”.
“que na fetes més de dos” Las fusiones y simplificaciones morfosintácticas valencianas, que se consolidarían en el siglo XIX, se observan en “na fetes”. También hay que destacar que el numeral 'dos' es invariable, sin flexión de género (rechazo del arcaísmo castellano y catalán moderno femenino “dues”).
“no pendre” En catalán sería 'prendre'.
“per vida de quant més ames” Los verbos 'amar' y 'voler' los aplica con sus valores semánticos en valenciano, equivalentes al catalán 'estimar'.
“més lleja”, “lladre”, llibre” En 1764, el gramático Carlos Ros daba como cierto un error propagado desde el siglo anterior: «En la lengua valenciana eceptuando (sic) estas partículasy artículos (...) ya no hay otra dicción que comience su pronunciación con una l, si con dos, elleando: y en el valenciano antiguo no se escribían dos, solamente una” (Dicc. p.137 ) Era una falsa creencia, igual que respecto a la inexistencia de la 'ch' valenciana en el s.XV. En la Propalladia de 1517, el dramaturgo incluye voces valencianas como lladre y llibre con la palatal lateral fricativa ll en inicio de palabra.
“a ton costat esta nit”, “me traura destos amors” Las formas arcaicas como 'aquesta' alternan con las modernas 'esta', 'esto', tanto en valenciano como en castellano. Así, en la comedia 'Jacinta' leemos en castellano: “no d’aquesta pecadora” (Prop. a. 1517, f. 270)
“Ce, señor” El siervo castellano Lenicio usa la interjección 'ce', quizá emparentada con la valenciana 'che'. En las comedias que Lope de Rueda escribió en Valencia, también figura la voz 'ce' en castellano.
“formage” Aparte de la Seraphina, en otras comedias introduce Naharro voces valencianas como juegos lingüísticos, buscando el equívoco. No pensemos por ello que consideraba al valenciano una lengua jocosa; el mismo artificio literario lo practica con el latín, francés y castellano. Por ejemplo, en la comedia Trofea leemos: «...que mates un buen formage». El absurdo de matar un queso (formage en valenciano, fromage en francés, formatge en catalán) es tan hilarante como pretender asar el agua, “con agua a rostir” (Prop. Trofea, 1517, f.145).
“les belles edres / creixeran plenes de...” (Prop., 1517, f. 61 v.) El castellano yedra / hiedra equivale al cat. heura y val. edra / hedra, del latín hedĕra y posible transmisión mozárabe (DCECH). En la Propalladia, la valenciana Serafina emplea el plural 'edres'.
El apóstrofo Igual que otros renacentistas españoles, Naharro aplica el apóstrofo como recurso morfosintáctico en castellano y valenciano, alternando con sinalefas:
“el coraçon s’enloquece” (Prop. Hymenea, 1517, f.214)
“que no sabes donde t’eres” (Prop., Aquilana, f.323)
“los d’alla” (Prop., Jacinta, f.254)
“que t’he dit yo destes trames” (Prop., Seraphina, 1517, f. 66)
Los catalanistas ofrecen versiones que violentan el texto original sobre la denominación de la lengua, además de normalizarla a gusto del Institut d’Estudis Catalans; el pronombre 'yo', por ejemplo, lo transforman en 'jo'; la conjunción copulativa 'y' la convierten en 'i' latina, etc. También, de forma inconsciente, cometen chapuzas extrañas. Valga de ejemplo el verso 18 de la Jornada 1ª,
“Dirvos han sus ara es fet” (Naharro: Seraphina, Ed. Nápoles, 1524)
“Dir-vos han: Susara és fet.” (Serafina, Ed. Dip. Valencia, 1987, p.34)
En la versión catalanera unen la interjección 'sus' y el adverbio 'ara' formando el nombre propio 'Susara', que no corresponde a ningún personaje de la comedia. Olvidan que la citada interjección 'sus' era habitual en los versos de Naharro, sean en valenciano o castellano. La misma Serafina dice: “¡Sus, basta! Yo tinc que fer”; y, en la comedia 'Soldadesca', lo usa Navarro en el marcial estribillo castellano de las tropas papales:
“Sus, al orden tres a tres
cada qual tome su lança
sus, sus, sus, al ordenança” (Prop., Soldadesca, 1517 )
En el testimonio que Naharro ofrece sobre gentilicios e idiomas conocidos en la Roma renacentista figura, como se ha visto, la lengua valenciana: “latín e italiano/ castellano y valenciano” (Seraphina, 1917), y el gentilicio homónimo. Esta obviedad es puesta en duda por los autores catalanes, confundiendo al lector al divulgar que en Roma se llamaba catalanes a los valencianos. Es media verdad, ya que ocultan que se aplicaba como voz despectiva o insulto a los españoles en general, de modo similar al 'gallego' o 'godo' usado en Cuba y Canarias para referirse a cualquier llegado de la España peninsular, sin distinguir entre catalanes, andaluces, valencianos o castellanos.
En ambientes cultos, como era el círculo romano de los Médicis, Maquiavelo, Rafael, Isabella d’Este, Ludovico Ariosto, Vittoria Colonia y el mismo León X, el dramaturgo aplicaba el gentilicio correcto. Por ejemplo, cuando el enamorado Floristan canta a su amada:
«Aquella que fue de aquí / Serafina valenciana, / con voluntad soberana / la quise desque la vi” ( Naharro: Seraphina, Jorn. 3ª, 1517, v.10).
La 'Propalladia' (Nápoles, 1517), fue dedicada por Torres Naharro a sus protectores Vittoria Colonna y Francesco d'Avalos, Marqueses de Pescara. Las comedias de Naharro se representaron ante los más destacados humanistas y mecenas del Renacimiento, bien del círculo de Isabella d'Este o del mismo Papa. Los Aretino, Ariosto, Maquiavelo, Rafael, Leonardo da Vinci y Miquel Angel pudieron leer o escuchar el latín, italiano, castellano y valenciano del babélico mundo romano del 1500, reflejado magistralmente por Torres Naharro, incluso con alusiones muy curiosas, como la de “uns penjats de Carraxet” (Seraphina, 1517), dicha por la sierva Dorosia ¿Cómo interpretarían esta referencia a los ahorcados en el barranc de Carraixet los ilustres espectadores? Posiblemente, el mismo Naharro aclararía a Vittoria Colonna o al pintor Rafael el sentido de la frase.
Ricart Garcia Moya es Llicenciat en Belles Arts, historiador i Catedràtic d'Institut de Bachillerat en Alacant.