VERANEO

El verano está transcurriendo con cierta normalidad, al menos de puertas adentro. Contando día a día el número de turistas que llegan a nuestras costas, número que crece espectacularmente cada año y que pronto duplicará la población autóctona. Contando también cuánto gasta por día cada visitante en una operación que se me antoja bastante rácana.

La normalidad nos lleva también a exagerar el sentido de expresiones tales como la que pronuncio Feijóo afirmando que las vacaciones están sobrevaloradas, expresión con la que posiblemente deseaba consolar a ese tercio de nuestra población que no puede permitirse ni tomar una triste semana de descanso por año.
Una normalidad informativa que debe rellenarse a base de estudiar dónde va nuestro presidente a disfrutar sus vacaciones, con quién se va, por cuanto tiempo se va y cuánto nos van a costar.
También se rellenarán viendo las nuevas falsificaciones de títulos académicos que aparecen en un horizonte cada vez menos brillante y la diversidad de vías de solución del delito, desde la dimisión/cese del falsario al aquí no ha pasado nada y todo avanza con normalidad.

Como mucho, hay que echar mano una vez más a la DANA, al dichoso almuerzo misterioso de Mazón del día fatídico y si habrá que despedirlo antes de acabar la legislatura. O no.
De puertas afuera, sin embargo, las cosas están mucho peor.

Aunque la fatiga informativa acusa ya sin duda al caso de Ucrania, la invasión rusa se vuelve cada vez más dramática si vemos los bombardeos diarios de que es objeto la ciudad de Kiev y otras capitales del país agredido con cifras de muertos crecientes. Lo que no debe ocultar el hecho de que la agresión rusa que parece estar queriendo ocupar el vecino país por completo, está costando mil muertes rusas diarias, que en conjunto ya suman un millón de víctimas rusas entre muertos y heridos desde 2022 en que comenzó la segunda etapa de la guerra.

Los horrores de Gaza, la hambruna generalizada, la tragedia de los rehenes, el supuesto intento de exterminio de toda la población palestina convierten en trágico e inolvidable el escenario de Oriente Medio.

En fin, señores, disfruten de sus vacaciones, de las olas de calor que, afortunadamente en nuestra Comunidad Valenciana se vuelven mucho más llevaderas que en áreas extremas como las riberas del Guadalquivir y del Ebro con cifras superiores a los 40 grados en ciudades como Badajoz, Jaén o Zaragoza. Que a su vez son más soportables que los cincuenta y tantos grados de los Emiratos Árabes Unidos. El que no se consuela es porque no quiere.

Imagen: Canarias7

  • Jorge Fuentes Monzonís-Vilallonga es Master en Ciencias Políticas y Económicas y Derecho. 
    Diploma de Altos Estudios Internacionales. Embajador de España en Bulgaria en 1993. 
    Primer Embajador de España en Macedonia en 1995. 
    Embajador de España en Bruselas WEU en 1997, entre otros cargos.