Saber con exactitud cuántos ancianos han fallecido en residencias a causa del coronavirus es casi imposible: de ello se encargan las conselleras Ana Barceló y Mónica Oltra. Se dice en los medios de comunicación, citando fuentes sindicales o “estimaciones”, que han fallecido más de 100, la mitad del total de fallecidos por Covid-19 en Castellón (221). Fiscalía está investigando seis residencias: Morella, Virgen de Gracia en Vila-real, Villahermosa, Montán y 2 en Castellón. Sólo entre la de Morella y la de Vila-real, unos 74 fallecidos, pero ya digo, estimaciones, cálculos o datos que nos llegan a los periodistas no por los cauces oficiales, sino por otras vías, porque se quieren esconder los datos reales. Primer misterio, los fallecidos realmente por coronavirus en cada residencia de la provincia, que hasta los sindicatos denuncian que se les ocultan datos. Según parece, ha habido 500 contagiados por el virus en las residencias, entre residentes y trabajadores.
Segundo misterio: saber de qué residencias se trata en concreto, en todos los casos. Todo envuelto en misterio: intente averiguarlo buscando en internet esos datos. ¿Acaso dar ese dato perjudica a una residencia? La transparencia es buena siempre, un derecho en democracia y para todos aquellos que tienen familiares en las residencias o desean tenerlos próximamente. Si algo se oculta, en cuestión grave, aumentan las sospechas o se confirma que algo no se hizo bien. Por lo pronto, Fiscalía investiga y no sabemos por fuentes oficiales cuáles son las dos residencias de Castellón.
Otro misterio, por contraste. Las cinco residencias relacionadas con la Iglesia en la diócesis de Segorbe-Castellón no han tenido ningún contagiado y, por tanto, ningún fallecido. Apuntan que algunas tomaron medidas antes de declararse el Estado de Alarma. Una excelente noticia para estas residencias y para las familias. ¿Qué han hecho estas residencias relacionadas con la Iglesia y que no han hecho en las residencias donde ha habido más de un centenar de fallecidos? Fiscalía está investigando, y también lo harán probablemente familiares de los mayores fallecidos en otras residencias, que se quejan de que no ha habido suficiente información.
Otro misterio. ¿Por qué en las residencias relacionadas con la Iglesia se han puesto en marcha rápidamente para que los familiares puedan visitar a los residentes, según las normas sanitarias? Tal vez porque valoran más la familia que otras residencias, donde prima una visión ideologizada de la Sanidad Pública.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.