La reunión en Bruselas del prófugo Carles Puigdemont y la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz entristece, insulta y preocupa.
Puigdemont tiene en su mano que Pedro Sánchez sea presidente del Gobierno, o que haya nuevas elecciones, que es lo que Jordi Sevilla ha pedido al conocer el chantaje. Nada más y nada menos que amnistía antes de la investidura y, después, autodeterminación: como ha señalado Felipe González, ninguna de las dos cosas es constitucional, la Constitución no es un ‘chicle’.
Isabel Díaz Ayuso, José María Aznar, historiadores y juristas: todos coinciden en la barbaridad que supone acceder a alguna de esas demandas de Puigdemont.
Sin embargo, el chantaje que se avecina debería hacer reflexionar al PSOE y a los que han votado PSOE. Al votar, todos sabíamos que Pedro Sánchez es capaz de ceder en todo con la única condición de ser presidente del Gobierno: ha dado sobradas muestras. Por lo tanto, no pueden esgrimir que les ha sorprendido esta maniobra.
Es muy fácil destacar que todo lo que sucede en España es responsabilidad de todos. Sí y no, unos más que otros, y en lo que está pasando ahora los votantes socialistas son más responsables, pues sabían que podía pactar con prófugos, filoetarras, independentistas y comunistas, que es lo que por desgracia va a pasar: Junts, Bildu, ERC y Sumar.
Todo indica que el resurgir electoral del PSOE se debió a la hábil campaña mediática de demonizar a Vox, apelar a que esta formación política podía llegar a gobernarnos junto con el PP. Es asombroso cómo se orquesta la demonización de Vox y hasta la ridiculización, para asustar y movilizar en sentido contrario.
De lo que más me indigna –y a muchos –es que el Gobierno nos trate como tontos, o tal vez comprueba que nos comportamos como tales. La vicepresidenta Nadia Calviño ha dicho que Yolanda Día no ha viajado a esa entrevista con Puigdemont representando al PSOE ni al Gobierno: de lo primero ¡sólo faltaría pues ella es la líder de Sumar, vaya cruce de cables!; y de lo segundo, prefiero no escribir.
Se va a celebrar la Diada el próximo 11 de septiembre. Las entidades que abogan por los inexistentes Países Catalanes incluyen la Comunidad Valenciana y Baleares, ninguna novedad por ese lado. Pero algunas de las entidades convocan bajo este lema: “independentismo, socialismo y feminismo”.
Según ese lema, el independentismo va unido o relacionado con el socialismo, algo que muchos socialistas no comparten. Y que el feminismo vaya unido al independentismo y al socialismo es una simplificación más que peligrosa, que muchos socialistas niegan, pero con su voto al PSOE de Pedro Sánchez lo están haciendo realidad. Penoso.
Mientras estas barbaridades políticas anticonstitucionales se llevan a cabo -¡y eran previsibles! -, no se presta atención a los problemas acuciantes e importantes de los españoles, y se fomenta que el beso de Luis Rubiales siga ocupando páginas y programas.
No quiero hablar de una “España de pandereta”, pero la pasividad de unos, la ingenuidad de otros y los tópicos repetidos mil veces dan lugar a esta situación lamentable.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.