Celaá asusta
La ministra de Educación, Isabel Celaá, la ha liado con sus declaraciones acerca de que la libertad de enseñanza no incluye el derecho a elegir centro educativo. Es ministra en funciones, pero razón de más para preguntarse el motivo por el que, en pleno proceso de negociaciones de un nuevo Gobierno, ha querido incendiar con esa afirmación, que ha causado estupor, preocupación, indignación y perplejidad. El artículo 27 de la Constitución reconoce expresamente la libertad de enseñanza, la jurisprudencia del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional también la reconocen, así como los tratados internacionales. Para Celaá, la libertad de enseñanza no incluye la libertad de elección de centro educativo, por lo que la perplejidad es máxima: ¿en qué consiste entonces la libertad si no se puede elegir centro en función de las opciones pedagógicas, morales, filosóficas o religiosas que los padres desean para sus hijos?