Apadrinar a afectados por la DANA

Es tal la descoordinación y enfrentamiento que ha habido –y hay, por desgracia- entre los políticos por ayudar a los casi un millón de personas afectadas por la DANA en Valencia, que si algo se está demostrando es que funciona la sociedad, funcionan las personas, no las estructuras ni los cálculos del Gobierno o de la Generalitat Valenciana.

Hasta hace dos días, una persona decía que lo único que le había llegado eran las ayudas de los voluntarios y la ayuda generosa de Juan Roig, presidente de Mercadona, para sus 1.000 trabajadores damnificados.

Como si fuera un mastodonte, pese a los miles de funcionarios y miles de millones, quienes primero llegaron a ayudar fueron los voluntarios: no ha de olvidarse esto. Ni siquiera hubo policía para evitar los más que previsibles saqueos y asaltos nocturnos a viviendas para terror de las familias.

Ahora parece que el Estado y la Generalitat Valenciana están empezando a ayudar. Los vecinos piden más presencia de militares. Garajes y casas embarrados. Desguace de los 120.000 vehículos afectados. Estado y Generalitat tienen el deber de ser rápidos y destinar sus mejores energías a ayudar a estas 850.000 personas: ¡más de 50.000 millones de pérdidas! 

Muchas personas se preguntan ahora cómo ser eficaz en su ayuda a los valencianos. Se sabe que hay almacenes abarrotados de material donado, que se está estropeando. Una muestra más de la descoordinación. 

Sugiero plantearnos la EFICACIA de la ayuda que prestamos o podamos prestar. Enviar dinero a una entidad que nos dé confianza es una opción. La otra que sugiero es “apadrinar” en sus diversas formas.

Lo genérico no es eficaz, hay que llegar a las personas. Los políticos no son capaces de llegar a las personas, siguen desbordados.

Ha llegado la hora de más iniciativas sociales, a las personas, en lo material y en lo que afectivo, porque no somos robots. Por ejemplo, un empresario se ha puesto en contacto con una parroquia, y les ha preguntado qué necesitan. Y se lo está suministrando, con eficacia y atendiendo a necesidades concretas: el barro y la humedad están causando grandes problemas y en muchas casas no se puede habitar, faltan electrodomésticos. Ese empresario, de acuerdo con el párroco, lo está bordando, en mi opinión.

Otra fórmula de “apadrinar” es facilitar regalos de Reyes a los niños de esa zona. La valenciana Andrea Antúnez ha promovido “Pels menuts”, en la que ya hay 800 voluntarios colaborando, para recoger las cartas de los niños, y hacerles llegar esos regalos en calidad de “duendes voluntarios”. El equipo lo forman cinco personas. ¿Quiénes son esos duendes? Personas físicas, entidades o colectivos, que apadrinan: por mail reciben la carta del niño que se les ha asignado y le envían el regalo al punto de recogida más cercano.

Otra fórmula es “apadrinar” una familia, y de verdad ayudarle en lo que necesite. Nombres y apellidos, rostros. Si excede las posibilidades del “padrino”, que busque más personas para llegar a ayudar con eficacia a esa familia.

Me gustan estas fórmulas variadas de “apadrinar”. Nada más producirse la DANA, la sociedad acudió, los voluntarios acudieron. Pasado un mes, la sociedad está dando de nuevo muchas lecciones de generosidad y hay un gran margen para la iniciativa.

También hay políticos que saben impulsar la iniciativa empresarial o social, como es el caso de la alcaldesa de Onda (Castellón), Carmina Ballester, que ha puesto en marcha la iniciativa solidaria “Cerámica con corazón”. Ha logrado ya siete empresas cerámicas locales que colaborarán en ayudar a las más de 250 familias damnificadas que ya han registrado solicitudes a través de la plataforma habilitada. 

Hay políticos a los que les molesta la iniciativa social, por el mero hecho de que saca adelante lo que ellos no hacen: por incapacidad o por sectarismo totalitario. Penoso.

  • Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
    Escribe, también, en su web personal.