Como sobrevivir a la precampaña

Habrán ustedes notado que, aun cuando falta un año para que tengamos elecciones generales y casi medio para las autonómicas y municipales, la vida política ha entrado en modo precampaña lo que significa que la ciudadanía va a tener que soportar constantes consignas más o menos subliminales, insultos cruzados, ataques, descalificaciones, promesas para no cumplir, autobombos y un largo etcétera que pueden complicar nuestras existencias considerablemente.

¿Qué hacer para evitar que se nos perturbe la vida, para esquivar tensiones y depresiones, cómo poder seguir adelante con nuestro pequeño mundo y procurar que nada ni nadie pueda perturbarlo?

Me permito proponerles los siguientes consejos que les permitan llegar sanos y salvos hasta la primavera de 2024 en que ya todo habrá pasado y tengamos un respiro.

1. Piensen en primer lugar que la tensión que usted pueda sufrir no es nada comparada con la que enfrentan los propios políticos. A ningún humano le agrada despertarse tragándose un par de sapos en forma de insultos y desprecios y ello aun pensando que los políticos se lo han buscado y que para ello les pagamos y bastante bien por cierto.

2. Aunque la política es algo muy serio ya que trata sobre el gobierno de nuestras ciudades, nuestras autonomías y nuestro país, conviene no tomarse demasiado a pecho las decisiones electorales. Si esta vez no salen a su gusto, refúgiense en sus familias, en el progreso de sus hijos y nietos, en sus aficiones -la lectura, el cine, la música o el deporte- y espere a tener más suerte en cuatro años.

3. No concentren sus filias y fobias en sus gobernantes, no lo merecen. Muchos de ellos (y ellas) eran los últimos de la clase y fueron a parar a la cosa pública por pura carambola. Los más inteligentes se dedicaron a la enseñanza, a la investigación, la ingeniería, la abogacía o la empresa. También a los oficios manuales.

4. Busquen sus ídolos en otros campos, en los grandes pintores, escritores, músicos, cineastas, arquitectos e incluso -si no hay más remedio- en el fútbol. Conozco a pocos niños que quieran ser políticos, en cambio conozco a muchos que quieren ser Messi.

5. Piensen que votar bien no es tan difícil. Siéntense tranquilos durante unos minutos, diez o quince pueden ser suficientes y hagan un pequeño balance de sus recientes vidas ¿Se encuentran mejor o peor que hace cuatro años, llegan ustedes a fin de mes mejor o peor, los impuestos les crujen más o menos, les gusta la educación que reciben sus hijos, y la atención sanitaria en su entorno, y su seguridad y la de su mujer y sus hijas? Incluso pueden elevarse por encima de lo individual y lo familiar  y pensar en lo público, ¿creen que España está más unida, creen que la Constitución y las Instituciones se respetan mejor, creen que el problema catalán está más calmado, creen que habrá pronto un nuevo referéndum separatista?. ¿Creen que los numerosos decretos promulgados recientemente -fijos discontinuos, trans, si es si, sedición, malversación...- han mejorado nuestra convivencia? Si resulta que están ustedes satisfechos con la nueva realidad, no lo duden, Sánchez es su hombre. Pero si están hasta el copete de la deriva que está tomando su país y su pequeña vida, ahí está Núñez Feijóo que lleva años dando muestras de sensatez.

6. No teman ser contradictorios en su voto. Es posible que usted esté  satisfecho con su alcaldesa o alcalde, aunque no con los de su Autonomía o su país. Es decir, no hay que empeñarse en votar todo a la derecha o a la izquierda. Aunque si resulta que todo coincide en una misma dirección ideológica, ¿por qué no?

7. Y recuerden que España es uno de los países más fuertes y resistentes del mundo. Los propios españoles estamos intentando destruirla desde hace siglos  y no lo hemos conseguido. Ni lo conseguiremos.

Imagen: psicoeduca-pontevedra.com

 

  • Jorge Fuentes Monzonís-Vilallonga es Master en Ciencias Políticas y Económicas y Derecho. 
    Diploma de Altos Estudios Internacionales. Embajador de España en Bulgaria en 1993. 
    Primer Embajador de España en Macedonia en 1995. 
    Embajador de España en Bruselas WEU en 1997, entre otros cargos.