“Hay muchos interesados en esto para que haya caos”, afirmó el Rey en Paiporta el pasado domingo. Acudió, como es sabido, acompañado por Pedro Sánchez y Carlos Mazón. La comitiva escuchó de todo, Pedro Sánchez huyó y Carlos Mazón aguantó el tipo junto al Rey.
El Rey –y la Reina– mostraron ese día una valentía y cercanía con los afectados por las inundaciones que les honran, como personas y como representantes de la Corona. Solo Felipe VI pidió perdón: los gritos –con lanzamiento de palo incluido– tenían un primer destinatario, que era Pedro Sánchez, y en segundo lugar Carlos Mazón.
Para valorar mejor esta afirmación del Rey, recordemos lo que dijo Felipe González el martes: él no hubiera dicho que se le pida lo que necesite la Comunidad Valenciana, y él dio la orden al Ejército para ir a Bilbao en la riada. Trallazo total contra Pedro Sánchez.
Y un apunte nada accesorio: en el Ministerio de Igualdad escribieron “Este es nuestro momento”, también el martes. Al menos para mí muy significativo. El momento de algunos de los interesados en el caos.
Como estos días están plagados de noticias sobre la tragedia valenciana, también abundan los comentarios e interpretaciones. Si en algo está todo el mundo de acuerdo es en que hubo negligencias en la previsión e incompetencia en la gestión de los días posteriores al 29-O: del caos al caos, del que todavía no se ha salido, ni mucho menos.
Muchos valoran la reacción del Rey en Paiporta de modo sobresaliente, subrayando que ese día Felipe VI supo consolidar la Monarquía en España.
El Rey decidió defender la Corona, dialogar con el pueblo, con evidente riesgo de alguna pedrada y barro abundante, no precisamente figurado, sino físicamente. Era muy consciente.
Dijo esa frase de “hay muchos interesados en esto para que haya caos”. Desde que la escuché, la he repasado varias veces, lógicamente en el contexto. Y sigo llegando a la conclusión de que “se le escapó” esa frase, que no la repetirá, puesto que plantea grandes interrogantes, graves, inquietantes, enigmáticos.
Gente interesada en que haya caos en una institución o entidad siempre la hay, sea por intereses económicos, sea por envidia, sea para desestabilizar. Pero insisto: dijo “muchos”.
Algún medio ha procurado reconducir esa frase del Rey, identifícándola con su crítica a la desinformación. ¿Sabe el lector a qué medio me refiero? Es un intento de minimizar la profundidad de la frase, para esconder el serio aviso al país de lo que nos estamos jugando.
He preguntado a diferentes personalidades, colegas y amigos, sobre cómo interpretan esa enigmática frase del Rey en Paiporta.
Todos coinciden en que hay muchos interesados en desestabilizar nuestro Estado, lo que incluye la Monarquía. No les extraña lo de “muchos”. Podía haberlo dicho con más suavidad, por ejemplo aludiendo a que algunos están interesados en el caos.
Unos apuntan a líderes o partidos políticos que buscan otro modelo de Estado, coo el caso de partidos independentistas. Otros señalan a poderes económicos o grupos de presión que mueven los hilos sin aparecer nunca, como es el caso de la masonería, o quienes inculcan la sospechosa Agenda 2030, buscando otro orden social con el pretexto de extender los derechos sociales, y dominando tiránicamente la sociedad bajo el paraguas de herramientas supuestamente democráticas. Otros quitan relevancia a esas palabras, como mera expresión de una tensión circunstancial.
Me parece que el Rey se refiere al populismo, que siempre encuentra caldo de cultivo en catástrofes o crisis variopintas. Porque, tras pronunciar esa frase, dijo que comprendía la rabia y el dolor, pero que, si no se controlaban, podían llevar a situaciones ingobernables.
Curiosamente, he buscado en varias ocasiones a través de internet la frase textual del Rey, y no aparece esta segunda frase. Esto me confirma que el Rey abrió demasiado su corazón al decir “muchos” interesados en que haya caos. Entre esos “muchos”, habrán decidido, ante esa frase contundente del Rey, que mejor no dar pistas, quedarse en el barro y la incompetencia de los actuales gobernantes, habrán pensado.
Otra posible pista: en varias ciudades de Cataluña ha habido ya manifestaciones en sedes del PP, pidiendo la dimisión de Mazón. La telaraña se quiere extender.
Sánchez o Mazón, o los dos, el pueblo tiene su opinión, y habrá que esperar cómo evoluciona el sentir popular, en función de cómo se resuelva la tragedia. Y habrá que ver si surge algún partido nuevo que intente romper con el modelo actual.
217 fallecidos, 71 municipios afectados, 800.000 personas, 34.000 empresas: son cifras que arrojan una foto de la tragedia. Pero hay mucho más, para que cristalice la máxima de que “el pueblo salva al pueblo”.
Debería haber muchos más militares y policías en esa zona valenciana, los vecinos los echan en falta: 120.000 efectivos tiene nuestro Ejército, 150.000 suman Guardia Civil y Policía Nacional.
España no es país para cobardes, pero tampoco para tremendistas ni ingenuos. Los 10.600 millones de euros aprobados por el Gobierno son una tirita.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.