Opinión

Defensa de la Constitución

El ocho de julio del año 1808, don José Napoleón, por la gracia de Dios, Rey de las Españas y de las Indias, nos regalaba nuestro primer texto constitucional. Era una carta otorgada y por eso digo que nos regalaba, porque los españoles no contamos para nada en su elaboración. Nuestro primer texto constitucional. Han pasado 205 años, y desde entonces diez textos legislativos de rango superior han tratado de regular nuestra convivencia política con mayor o menor fortuna, sin contar el proyecto de constitución federal de la I República del 17 de julio de 1873 ( por cierto, ¿sabían los nacionalista de todo pelaje que el preámbulo de esa constitución federal reconocía sin ningún tipo de complejos a la nación española?).

La indiferencia religiosa

Entre los profundos cambios que ha experimentado nuestra sociedad occidental en los últimos cincuenta años, hay que destacar la gran extensión de la indiferencia religiosa, la mayor dificultad a la que se enfrenta la Iglesia en su labor pastoral y evangelizadora. Es un fenómeno cultural y social nuevo, que no tiene precedentes. En la mayor parte del siglo veinte, el ateísmo militante de los regímenes marxistas fue la gran amenaza contra la religión, perseguida política y socialmente como alienación del hombre, a través de la intimidación y de la fuerza; hoy la situación es de muy distinto signo: Dios y la religión han dejado de ser, no ya una vivencia, sino una cuestión que despierte atención e interés en una gran parte de la gente. La animadversión de una minoría se ha convertido en la indiferencia de la mayoría. Son infinidad los que “pasan” de la religión, considerada una cultura superada del pasado, y Dios ya no está en el horizonte de la vida de nuestros contemporáneos, ni como cuestión última, ni como problema.

La repugnancia natural ante el aborto

1.- Un militante socialista y segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Paradas (Sevilla), ha tenido el valor y la coherencia de participar en la magna manifestación celebrada ayer en Madrid a favor de la vida. No creo que haya sido el único. Y lo hace en base a un razonamiento muy sencillo: Si la izquierda siempre ha estado a favor de los más débiles ¿cómo no voy a estar a favor de los concebidos no nacidos que ahora son los seres humanos más indefensos?.

La Cruz

A la atención de de todos aquellos iconoclastas a quienes molesta el símbolo ecuménico y reconciliador de la Cruz

1.- Es la representación de la crucifixión de Jesús. Cicerón nos dice que era el más cruel y terrible método de quitarle la vida a una persona. La forma más vergonzosa y humillante de morir, ya utilizado por asirios, babilonios y fenicios. Muerte destinada a los esclavos y a los criminales. El suplicio servile como decía Séneca. Sabemos por los historiadores romanos Apirno y Floro que unos seis mil esclavos seguidores del tracio Espartaco fueron crucificados en las cunetas, entre Capua y Roma. Murieron aquellos parias de la tierra como los delincuentes, los criminales y los ladrones. Murieron como murió Jesús. Y Jesús con su muerte canallesca y humillante quiso glorificarles y honrarles. Devolverles su propia dignidad. Elevarlos a la condición de seres humanos…

Impaciencia revolucionaria de cierta izquierda

Están nerviosos. Ya tienen su nuevo “Prestige”, su nuevo “15 M”. La crisis ha sido un gran estímulo para sus ansias revolucionarias. Si Mariano Rajoy consigue enderezar la economía y cumplir alguna de sus promesas electorales, estos señores revolucionarios nuestros tendrán que pasar por los quirófanos cardiacos. No podrán resistir el disgusto.

Todo está muy bien calculado. Agitación, agitación y más agitación. Y si algún policía se pasa un poco de la raya, el regalo está servido: ya tendrán su mártir. Su añorado mártir.

No importa que en Portugal la crisis sea mayor que la nuestra y que nadie pretenda un cambio de régimen. Y que lo mismo suceda en Italia, en Francia, en Irlanda, etc. Ellos lo que quieren es aprovecharse de este momento de desánimo nacional para traer “su República”, digo que sea la “suya” porque nunca han pretendido que fuera la de todos.

Sorprendentes realidades

Dr. José Jaime Canós

El pasado jueves, 15 de junio, en Nules hubo un acto inusual, con ingredientes dignos de resaltar. Todo sucedió en la inauguración oficial de la calle dedicada a José-Jaime Canós, un médico nulense que ejerce en el Hospital de La Plana. Si noticia es algo que se sale de lo habitual, algo llamativo, en ese acto hubo varios aspectos dignos de destacar. Casi un millar de personas en la inauguración de una calle, hasta ahora llamada Rambleta, y ahora Doctor José Jaime Canós. Ya es una cifra considerable, pese al calor. Entre los asistentes, varios cientos de vecinos del municipio, amigos y familiares del Doctor Canós, pero también personas venidas de Madrid, Valencia y otras ciudades alejadas.

“Podemos”, contra Amancio Ortega

Podemos ha enfilado a Amancio Ortega, porque es el exponente del éxito de la iniciativa privada frente al estatalismo a ultranza que pretende el partido de Pablo Iglesias.

Podemos busca anular la vida social, cultural y empresarial, y convertir al Estado en único proveedor de servicios ciudadanos. En definitiva, adueñarse del tejido social, para domesticarlo, que sirva a sus intereses ideológicos y plataforma para un crecimiento en votos para su partido. Para esa estrategia, Amancio Ortega, el máximo accionista de Inditex, es un obstáculo, personifica lo que la formación podemita desea desterrar, alegando los derechos humanos y la dignidad humana.

Guerra educativa

Soy de los que piensan que sería muy deseable un gran acuerdo social y política sobre las leyes de educación. Es un área que, lejos de partidismos políticos, debería tener un marco estable, ajeno a los vaivenes, en beneficio de la propia educación, de los gastos de las familias, de los alumnos y de los profesores. El máximo exponente de no desear un acuerdo amplio es el actual Consell, con un Vicent Marzà que ha movilizado a toda la sociedad valenciana, por su empeño en imponer el valenciano, por su afán de reducir todo lo que pueda la enseñanza concertada, por no dialogar.

Londres, Qatar… y Banco Popular

Los últimos atentados de Londres, la ruptura de relaciones diplomáticas con Qatar y la venta por un euro del Banco Popular tienen en común la desinformación.

No son pocos los conocidos y amigos que estos días me preguntan por estas tres cuestiones, como si un periodista fuera un experto en todo, en cuestiones de terrorismo internacional, financiación del terrorismo y batacazos bancarios. Siento defraudarles, pero les reconozco que noto una falta considerable de información, por más que pueda tener algo más que un ciudadano que no se dedica al periodismo.

Una vez más, me he acordado de que la primera víctima en una guerra es la verdad. La información objetiva se vuelve a echar en falta, hasta de modo escandaloso, y se aviva la sensación de que la realidad no interesa darla a conocer, por parte de quienes tienen responsabilidades de gobierno y los grandes grupos bancarios y económicos. Se repite la historia, que ya sabemos, pero que duele cuando se ven las víctimas, que en el fondo somos todos.

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