Opinión

Defensa de la Constitución

El ocho de julio del año 1808, don José Napoleón, “por la gracia de Dios, Rey de las Españas y de las Indias”, nos regalaba nuestro primer texto constitucional. Era una carta otorgada y por eso digo que nos regalaba, porque los españoles no contamos para nada en su elaboración. Nuestro primer texto constitucional. Han pasado 205 años, y desde entonces diez textos legislativos de rango superior han tratado de regular nuestra convivencia política con mayor o menor fortuna, sin contar el proyecto de constitución federal de la I República del 17 de julio de 1873 (por cierto, ¿sabían los nacionalistas de todo pelaje que el preámbulo de esa constitución federal reconocía sin ningún tipo de complejos a la nación española?).

Humanizar las tragedias

escritorLas tragedias humanas, los sucesos, ocupan buena parte de los medios de comunicación, con frecuencia abriendo un informativo o en la portada de un diario. El “éxito” que tienen en audiencia y lectores parece justificar su amplia cobertura, pero por eso mismo se requiere un esfuerzo especial para humanizar este tipo de acontecimientos, y hasta poner en entredicho que sean lo más importante para un medio de comunicación. Desde luego, no lo son para quienes pensamos que la información debe ayudar a dignificar a la persona, recogiendo la realidad que más ayuda a las personas, huyendo del sensacionalismo y buscando la calidad de la información siempre.

Viudez anticipada

No sé de teatro. Solo me considero un espectador más aunque, en estos momentos, desearía ser un influyente crítico.

Mi única vinculación activa con el arte escénico se remonta a cuando tenía quince y dieciséis años. Durante el entonces llamado bachillerato superior, intervine con algunos compañeros de colegio en la representación de dos sainetes de Pedro Muñoz Seca –El cuatrigémino y El contrabando-, ambos adaptados para personajes masculinos, dado que la enseñanza en ese centro era exclusivamente para chicos.

En la “temporada” siguiente, se establecieron lazos entre los colegios de Escolapios y La Consolación, se formó un grupo mixto e interpretamos El médico a palos de Molière, en el salón de actos del colegio de la avenida de Lidón. En versión “valenciana”, con El metge a garrotades, participamos en el concurso dels XIII de Villarreal.

Autocrítica socialista

La necesidad de que los socialistas, tanto a nivel autonómico como a nivel estatal, lleven a cabo una autocrítica profunda es evidente. Los malos resultados electorales de los últimos meses y años, la aparición en el panorama político español de “Podemos” y los cambios sociales que ha experimentado España han convencido, como no podía ser de otra manera, a los líderes y los electores socialistas de que tienen que llevan una profunda autocrítica.

Probablemente, si esa autocrítica la hubiera llevado a cabo antes, con más visión a corto, medio y largo plazo, ahora no sería tan urgente. Pero es que ahora es de una urgencia inaplazable, por el bien del propio PSOE y hasta por el bien de España, porque, como decía un líder valenciano, “el PSOE ha pasado de ser un partido histórico a ser histérico”.

La tensión de ser cristiano

cristianismoEl cristiano necesita saber qué actitud ha de tomar ante los hombres y ante la vida, porque de la actitud deriva siempre la calidad del comportamiento. Pero no todos tienen una idea clara sobre tan importante cuestión. Sin duda alguna, la actitud del cristiano no puede ser otra que la presentada en el Evangelio; pero ¿cuál es en concreto? ¿Qué implica pensar y sentir según el espíritu de Cristo? La cuestión es más profunda y compleja de lo que se supone, porque el Evangelio, en su aparente simplicidad, nos prescribe dos actitudes ante la vida, cada una de las cuales parece negar a la otra: la radicalidad y el espíritu de comprensión. No hallamos esto en las doctrinas humanas.

Las adolescentes preocupan

Las adolescentes preocupan a toda la sociedad en estos momentos. Es una edad crucial, de habitual rebeldía, de descubrimiento humano, de inicio de afirmación de la personalidad, y por eso siempre ha habido en los adolescentes elementos de fluctuación, que preocupan a familias, docentes y ámbitos diversos de la sociedad.

Dos hechos elevan la preocupación actual: los comas etílicos entre las adolescentes y su renuncia a denunciar la violencia machista. Algo grave está pasando, y no sería justo atribuirlo a las adolescentes únicamente, sino a quienes intervienen en su formación y desarrollo, especialmente las familias.

Elogio del silencio

He de reconocer que estas líneas están inspiradas en un viaje reciente de Valencia a Madrid, en el vagón de “Silencio” del AVE. En ese tiempo de 100 minutos, da tiempo para pensar, escribir, leer o, quien lo desea, descansar sin más.

Una cultura que se caracteriza por el ruido, la velocidad y la prisa parece pedir, cada vez más, un espacio mayor para el silencio. El éxito del vagón del AVE es una prueba.

Hace años, leí un pensamiento que me hizo mella: el ruido no hacen bien, y el bien no hace ruido. Pienso que no es una defensa del ostracismo ni el aislamiento social, sino una consideración que pide un espacio propio para el silencio en la vida de todas las personas, y no sólo de poetas o artistas que insisten en la necesidad de tener ocasión de disfrutar del silencio, para reflexionar e inspirarse, en casa, en la playa, en el monte o en cualquier lugar, porque el silencio puede estar… hasta en el AVE.

La civilización decadente (4ª parte)

El signo más claro de la decadencia moral de una sociedad es la decadencia de sus ideales, y tal parece ser la actual situación de las sociedades de Occidente. Ese aparente dinamismo, esos cambios bruscos en las ideas y en las costumbres que todos experimentamos no son signo de vida y de crecimiento, sino de todo lo contrario. Pocos se paran a meditar sobre tan formidable cambio social, y es muy importante que lo hagamos. ¿A dónde vamos, qué horizonte vamos a encontrar tras la implacable destrucción de principios y de costumbres? Las revoluciones destruyen para construir de nuevo; pero si sólo nos ofrecen en recambio un horizonte vacío, hemos de concluir que nos llevan al suicidio. Porque es esto lo más importante a la hora de juzgar el tan traído y llevado «progreso» de nuestra sociedad: se puede progresar hacia arriba, hacia una superación histórica, y se puede progresar hacia abajo, hacia la muerte por inanición del espíritu. La revolución cultural que se ha emprendido lleva todas las trazas de abocarnos a esto último.

Rita Barberá, descanse en paz

rita barberáLa noticia de la muerte de Rita Barberá corrió como un reguero a primera hora de la mañana de ayer. Se sucedieron reacciones y declaraciones de todo tipo, algunas de los cuales me parecen inhumanas, como el hecho de que los diputados de Podemos se ausentaran del hemiciclo para no guardar un minuto de silencio: al menos, Antonio Montiel, el líder de Podemos en la Comunidad Valenciana, sí estuvo a la altura, al igual que Compromís.

Rita ya descansa en paz, la paz que no ha tenido en estos meses. Como ha dicho el ministro de Justicia, Rafael Catalá, algunos deben valorar las declaraciones que han hecho en estos meses sobre la difunta senadora y ex-alcaldesa de Valencia. No sólo le han juzgado –que corresponde a los tribunales-, sino que la han condenado, sin deslindar lo que es crítica política de lo que es responsabilidad judicial.

“La teoría sueca del amor”

El pasado año se estrenó el documental “La teoría sueca del amor”, un trabajo cinematográfico que analiza la soledad que se vive en el país del Estado del bienestar y que hace unas semanas se proyectó en La Cineteca (Madrid) como parte de la programación de El documental del mes.

En este documental, el cineasta Erik Gandini recorre el camino que ha realizado el país escandinavo hacia su ideal de independencia y señala los inesperados e infelices resultados de este viaje, al tiempo que desvela el verdadero secreto de la felicidad.

Uno de cada dos suecos vive solo. Uno de cada cuatro suecos muere solo…. Y nadie reclama su cuerpo. La persecución del ideal de independencia, que se inició con un manifiesto político en 1972 (la familia del futuro: una política socialista para la familia), se ha conseguido. Los resultados, sin embargo, no son los esperados.

Suscribirse a Opinión