Han pasado exactamente veinte días desde que Francisco José Gan Pampols expuso su plan de reconstrucción en las Cortes Valencianas: 20 de diciembre. Sería hasta cruel hablar de paréntesis navideño en esta tragedia, pero veo pocas novedades en estas semanas.

Casas, garajes, ayudas que no llegan a los afectados. En más de una administración –del Estado, autonómica, municipal –ha habido “pachorra” en estas semanas, con vacaciones que se podían haber retrasado o anulado, pisando el barro –nunca mejor dicho-, y sabiendo que coordinar es imposible si faltan uno o dos.

Sí se han excedido los voluntarios, las empresas subcontratadas, los 120 marroquíes que llevan ya más de 150 garajes limpiados de lodo, ayudando a los exhaustos vecinos.

Pocas veces es más exacto afirmar que Gan Pampols abandonó su zona de confort –teniente general ya retirado- y aceptó embarcarse en la misión más importante de su vida, expresando que no podía negarse. 

Hará lo que pueda y, si no le dejan los políticos, se marchará: así lo ha afirmado. No hay que olvidar que su labor es de coordinación con todas las Consellerías. No están a su mando, en definitiva. 

Sus intervenciones están siendo rigurosas y prudentes. No quiere oír ni hablar de responsabilidades ni de excusas, pues su misión es otra. Tampoco quiere expectativas fáciles o alejadas de la realidad. Ha afirmado que costará entre un año y un año y medio volver al día anterior a la tragedia. A la vez, es obligatorio introducir mejoras y casi obligatorio reubicaciones de edificios, pues la reconstrucción a veces es imposible o no compensa.

Reclamábamos que Gan Pampols, vicepresidente segundo del Gobierno valenciano, informara periódicamente sobre la marcha de los trabajos de reconstrucción. Por ser evidente esta petición o porque ya lo tuviera pensado, ha dicho que informará mensualmente. Que ponga fecha a esa primera información mensual.

224 muertos, 130.000 vehículos destrozados, un millón de personas gravemente afectadas por la tragedia… Los muertos, el dolor, la destrucción, la rabia ante la descoordinación de las administraciones, exigen mucho.

Tres manifestaciones ha habido en Valencia pidiendo la dimisión de Carlos Mazón, con una asistencia considerable: 130.000, 100.000 y 80.000 personas. También se ha pedido en esas manifestaciones la dimisión de Pedro Sánchez, pero con menos intensidad, ya que el grueso de esas manifestaciones ha sido movilizado por la izquierda. 

En estos últimos días, varios ayuntamientos de ciudades afectadas por la DANA han celebrado Pleno. Muchos vecinos han acudido para manifestar sus quejas, rabia y dolor, por la ineficacia municipal, pidiendo dimisiones, y eso ha ocurrido en ayuntamientos gobernados por el PSOE (Paiporta) y por el PP (Alfafar). 

Ayuntamientos, Confederación Hidrográfica del Júcar, Generalitat Valenciana y Gobierno de Pedro Sánchez. Habrá responsabilidades políticas y tal vez judiciales. 

Gan Pampols intervino en las Cortes Valencianas el pasado 20 de diciembre para exponer su plan. Había expectación. No defraudó.

Pidió dejar al lado las diferencias políticas y que todos los partidos políticos participen activamente en redactar el plan de recuperación. Explicó la estructura de su consellería y el personal, y se comprometió a ese informe mensual como foto fija de la reconstrucción, detallando “avance físico, con porcentajes de ejecución en cada acción planificada”, financiero, problemas, retrasos, etc.

Para ese trabajo conjunto, se utilizará una plataforma digital compartida, donde se podrá consultar en tiempo real el seguimiento de los trabajos. Con comités sectoriales de expertos y convenios con la Administración del Estado, recalcó que “esta reconstrucción no será completa si no recuperamos la confianza del pueblo”.

Resonaron con fuerza estas palabras que pronunció ese día: “No reconstruiremos para volver a ser los mismos. Reconstruiremos para ser mejores, más fuertes y más solidarios”.

Tras estos días navideños, ahora se esperan noticias de todo este plan. Con rigor, con profesionalidad. Desde luego, no ha habido parón en la zona afectada, sino un gran dolor y una mezcla de esperanza ante estos planes. Sin color político.

Falta por ver la transparencia de estos planes de Gan Pampols, si será para la Administración exclusivamente, o bien se informará a la opinión pública y cómo: tenemos derecho, lo exigimos.