Perseverancia catalanizadora

Recientemente la Mesa del Senado Español, con los votos del PSOE y PNV adoptó la decisión de aceptar las denominaciones de País Valencià y Països Catalans, cuestión que aparentemente es intrascendente, pero que en el fondo tienen una carga política mayúscula. El expresidente de la Generalitat Valenciana y actual senador Alberto Fabra calificó esta resolución de “absurda, innecesaria y provocadora” porque considera que significaba un ataque a la Comunidad Valenciana y a su Estatuto de Autonomía.

Esta perseverancia catalanizadora sigue la hoja de ruta marcada en el contenido del llamado “Programa 2000, Dolça Catalunya”, que es un documento que se diseñó en 1990, durante la presidencia de la Generalitat Catalana de Jordi Pujol, para introducir el nacionalismo en todos los ámbitos. Programa desarrollado posteriormente por otros presidentes catalanes socialistas -Pascual Maragall y José Montilla-, y convergentes, afines e independentistas -Artur Más, Carles Puigdemont, Quim Torra, Pere Aragonés. En él se señalan las pautas y objetivos a seguir de manera estructurada. 

La agenda semioculta del nacionalismo valenciano ansía construir una identidad valenciana imitando el modelo catalán y utiliza todos los medios que controla y tiene a su alcance, - educación, cultura, actividades festivas, uso de la vía pública, etc. Para conseguir sus objetivos recurre a los resortes del poder otorgando cuantiosas subvenciones económicas a entidades filo-catalanistas y asfixiando a las que promueven y defienden la rica y genuina cultura valenciana. No disimulan impulsar el nacionalismo soberanista catalán, como se puede leer en las revistas Avenç, Temps, Saó, publicaciones de marcado perfil de la labor catalanista, y en libros de texto y lecturas recomendadas en los niveles educativos.  

Las soflamas anexionistas que declaran con ardor los anhelos de la ensoñación de un proyecto quimérico del independentismo republicano catalán a favor de los “países catalanes” con el fin de cambiar la estructura territorial del Estado de las autonomías nos parecen improcedentes.

El 18 de abril de 2013 el diario Las Provincias recogía que el líder de Esquerra Republicana Catalana, Oriol Junqueras, impartió una conferencia en la Facultad de Historia del Estudi General-Universitat de Valencia, titulada: “Catalunya independent…i el País Valencià? En su disertación afirmó que el proceso iniciado en Cataluña calará en el “País Valencià y por supuesto en el Principat”. Y el artículo 13 de la propuesta de la Constitución catalana, redactada por la plataforma “Constituïm”, ofrece dar su nacionalidad a los valencianos, por los nexos culturales y lingüísticos que tenemos con ellos. Ni que fuéramos apátridas.

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La cuestión de la entelequia de los “Países catalanes”, de la “Gran Cataluña”, de la “Nación catalana” o de la “Commonwealth catalanovalenciana” no es banal. Se está pasando de la denominación de “País Valencià” a Països Catalans” y de una concepción de “Autonomía” a una pretendida “Independencia o Separatismo político” que puede hacerse realidad más pronto o más tarde. 

La exhibición de pancartas en la cabalgata de las magas republicanas que se celebró por primera vez en 1937 para homenajear a la URSS de Stalin, - dirigente político considerado el mayor asesino de masas de la Historia-, y recuperada por el consistorio municipal de Valencia en 2020 se pudo contemplar el slogan “Pro independència dels països catalans” y ver pañuelos con esteladas catalanas y el lema “Fent país” y que costó a nuestro erario una subvención de 25.000 euros a la Sociedad Coral el Micalet pensamos que fue una provocación a la convivencia de los valencianos.  

El presidente Ximo Puig calificó que estas denuncias hechas por muchos valencianos era una “paranoiiiia”. A finales de mayo de 2018, el presidente Ximo Puig reiteró: “estamos dispuestos a sumar con el gobierno catalán en temas culturales”.Y en su visita al presidente catalán, Pere Aragonés, se propuso constituir una “Commonwealth mediterránea”. Ahora, algunos profesores universitarios han incidido en ello y se preguntan: ¿Es viable una Commonwealth catalanovalenciana? Nosotros nos interrogamos: ¿Es realidad o ficción?

Se continúa con la quimera expansionista y anexionista. El nacionalismo catalán es obsesivo y manipulador histórico. Por eso, buscan unas quintas columnas valencianas para hacer realidad su sueño y su anhelo anticonstitucional y lo persiguen con la colaboración de ciertas individualidades y partidos políticos implantados en nuestro territorio.

Opinión. Las Provincias. Lunes 22 de noviembre de 2021, p. 25

Imagen principal: Mapa del Reino de Valencia de Abraham Ortelius-1584

  • José Vicente Gómez Bayarri es Licenciado en Filosofía y Letras, Doctor en Historia, 
    Catedrático de Geografía e Historia, Académico de número de la RACV y Medalla de 
    Plata de la Ciudad de Valencia.