Seguro que haber nacido en Teruel, como Manuel Pizarro, influye en que valore mucho su trayectoria y sus ideas. Conversar con él es muy enriquecedor y muy agradable. Tiene visión de conjunto y gran capacidad de síntesis-operativa, aportando soluciones, no teorizando.
Con su trabajo tan absorbente desde hace décadas, sabe sacar tiempo para acceder a impartir una conferencia para empresarios o a un público más general: lo he comprobado, tal vez por deferencia siendo turolenses los dos, todo hay que decirlo.
Una lástima que el PP no lo supiera aprovechar, cuando pronosticó con total acierto la gran crisis que se avecinaba, y nadie le creyó. Aquel cara a cara con Pedro Solbes en 2008: brillante, y a la vez su tumba política, por mucho que cueste entenderlo.
Siguió asistiendo al Congreso de Diputados, tomando notas, frente a la superficialidad y falta de profesionalidad de no pocos diputados, que encontraban justificación para sus ausencias del hemiciclo. Hasta que se dio cuenta que no había sitio para él en política, y abandonó su escaño en 2010.
Ojalá cambien las tornas y veamos brillantes profesionales en la política, en los partidos políticos, sin pactar con la mediocridad o con lo políticamente correcto. Pero vista la evolución desde 2008 está claro que el nivel ha ido bajando, y eso que ya estaba bajo en aquel entonces.
Pizarro acaba de lanzar algunos avisos que no tienen desperdicio, si se tiene valentía para admitir realidades, aunque no gusten al líder de turno. Tal vez sí tienen más acogida en los votantes, en los ciudadanos de a pie, pero la casta política no está dispuesta a correr riesgos. Y Pizarro es claro: nos gobierna Pedro Sánchez, porque los españoles le votaron. España tiene lo que votó.
Sobre el Gobierno actual de Pedro Sánchez y os apoyos con independentistas-populistas-filoetarras-prófugos, que tanto llama la atención, Pizarro lo dice muy claro: la respuesta la tiene Pedro Sánchez y el que lo vota… Más claro que el agua. Los españoles que le votaron sabiendo cómo es. Un aragonés no suele utilizar maquillaje: el problema son los votos que, una y otra vez, ha recibido Pedro Sánchez.
También ha lanzado un mensaje claro a Feijóo, sin mencionarlo: que diga lo que haría si llega al poder, que lo explique sin cansancio, y liderar de verdad con un proyecto de país, no de partido político.
El problema de la vivienda en España tiene fácil solución para Pizarro, puesto que no tenemos problema de superficie: poner suelo en el mercado, y así baja el precio, sin más. Estoy de acuerdo con él. No es compleja la solución, salvo que haya un poder oculto que impida a los que nos gobiernan ponerla en práctica. Misterio.
Sobre la democracia, no tiene desperdicio lo que afirma: que hay que trabajarla todos los días, que tiene unos compromisos. Personas e instituciones, la sociedad española en general, han abdicado. Me resulta curioso comprobar una pasividad ciudadana creciente y una exigencia mayor de servicios públicos: la comodidad ha ganado. Luego vienen los sustos y las sorpresas. Y los batacazos.
Me llama la atención la contundencia de Pizarro sobre la “casta” de Bruselas, con una sorprendente impunidad funcionarial y sin responder ante nadie. Ha dicho que ponen cargas de todo tipo, como la Agenda 2030, que los funcionarios europeos no asumen.
Sobre el feminismo y Podemos, Pizarro ha sentenciado: “Les pido que se miren al espejo, nada más”. Aplauso atronador.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.