Estado confesional es aquel que incluye, en su ordenamiento jurídico, a una confesión religiosa.
Estado aconfesional es aquel que se declara neutral frente al hecho religioso, no reconoce ninguna religión oficial, pero permite y favorecelas creencias del pueblo, haciendo efectivos los derechos de los ciudadanos, garantizando la libertad religiosa y de culto.
Estado laico es aquel que prescinde del hecho religioso, ignorando deliberadamente las creencias religiosas de los ciudadanos. No establece tratados de colaboración y rechaza manifestaciones religiosas de los cargos públicos.
El Estado español es aconfesional. Esto debemos tenerlo muy claro todos los ciudadanos, pero especialmente los padres y educadores.
El articulo 9.2 CE, en referencia a la libertad ideológica y religiosa dice que “corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas”. La libertad ideológica y religiosa está garantizada en España.
Por lo tanto, la comunidad educativa no debe vacilar a la hora de exigiral Gobierno (sea el que sea) y a las Administraciones educativas que garanticen el derecho a la formación religiosa y moral en el ámbito escolar y rechazar la utilización de la laicidad para sacar la religión de la escuela. La presencia de la religión o de otras confesiones en el currículo escolar, contribuye a la formación integral de los alumnos y garantiza el derecho de los padres.
También debe la comunidad educativa defender el derecho de los alumnos que exigen una formación integral, a que la materia de religión tenga el mismo tratamiento que el resto del currículo. La escuela católica, elegida mayoritariamente por las familias, tiene como objetivo el desarrollo del alumno, de sus capacidades afectivas, intelectuales, morales, religiosas y sociales.
El pleno desarrollo de la personalidad humana, depende de los principios que informan la actividad educativa, de los fines que se pretenden y del tipo de persona que se quiere educar.
Frente a una sociedad laica, la mayoría de ciudadanos queremos una sociedad libre.
Alguien no quiere una sociedad libre? Yo si.
Mª Ángeles Bou Escriche es madre de familia, Orientadora Familiar, Lda. en Ciencias Empresariales y profesora