En la última sesión de control del gobierno, Sánchez expuso en pocas palabras, de forma más transparente que nunca, la verdad de su filosofía política y vital. Y lo hizo al decir a la diputada de Bildu, Mertxe Aizpurua, que presentar como candidatos a 44 ex miembros de ETA condenados por graves delitos ya cumplidos y excarcelados, podía ser legitimo pero no era decente. A renglón seguido propuso a Bildu que siguiera colaborando con el PSOE durante la próxima legislatura.

De una vez por todas y por si algún español que votará el día 28 y de nuevo a fin de año no se había enterado, quedó claro que Sánchez se propone seguir pactando con los terroristas etarras, con los secesionistas catalanes, amén de hacerlo también con los comunistas de Sumar y de UP. Y ello sabiendo -como él mismo dijo- que no son decentes. Para él la Moncloa siempre primará por encima de la decencia.

Quedó claro también que aquel partido al que llamábamos cuidadosamente ex terrorista o filoterrorista era simple y llanamente etarra, como lo prueban los 44 candidatos.

En estos días se habla y se seguirá hablando de cómo y por qué se acabó la actividad terrorista de ETA. Es importante recordarlo porque de ello depende la legitimidad de los partidos que se formaron por quienes integraron la banda.

Varios factores decidieron la clausura del terrorismo:

-El gran debilitamiento de la organización terrorista gracias a la eficaz gestión de nuestras fuerzas de seguridad.

-La decidida colaboración del gobierno francés que clausuró el refugio de los terroristas en territorio galo. Francia cayó en la cuenta que el País Vasco se extiende también al norte de la frontera española y que un día podría crear problemas separatistas a la propia República.

-El acuerdo alcanzado con el gobierno de ZP en el sentido de permitir a la banda participar en la vida política si abandonaba las armas.

Sin las dos primeras razones el pacto con ETA no se hubiera alcanzado y ello explica que los etarras tuvieran que deponer las armas, muy a su pesar, sin arrepentimientos, sin pedir disculpas a las víctimas, sin ayudar a resolver los 300 delitos que a día de hoy siguen sin ser juzgados. Y jaleando a cada terrorista cada vez que era liberado.

De los 44 candidatos que Bildu ha presentado, siete de ellos habían sido condenados por delitos de sangre, pero visto el rechazo que la propuesta causó entre la ciudadanía, Otegi decidió retirar la candidatura de esos siete manteniendo las 37 restantes, tan criminales como sus colegas, empezando por el propio Otegi, responsable de innumerables actos criminales.

No hay que dejarse engañar, aquellos 44 candidatos no fueron escogidos a pesar de su pasado criminal sino todo lo contrario: lo fueron por su sucia biografía ya que la pertenencia al terrorismo fue siempre un plus en el CV de ciertos partidos vascos.

Lo que resulta muy sorprendente y lamentable es que países tan diversos como Polonia, Alemania y Portugal tengan un sistema politico con espina dorsal suficiente para ilegalizar partidos como el comunismo, el nazismo o el separatismo y aquí nos los tengamos que tragar.

Por si no lo sabíamos ahora ya lo tenemos claro; Sánchez intentará reconstruir en mayo y en diciembre el gobierno Frankenstein con Sumar, UP, ERC y Bildu ya que como dijo ingenuamente el presidente extremeño Fernandez Vara “Si no lo hiciera, siempre ganaría la derecha”.

En los próximos días corresponde al votante decidir si está dispuesto a que le gobierne en su Comunidad o en su Municipio un miembro de los componentes del equipo gobernante, incluido un sanchista, o si opta por apoyar a alguno de los partidos ajenos a aquella banda.

No nos sorprenderá que en el País Vasco, en Navarra o en Cataluña pueda pasar cualquier cosa. Es de prever que en el resto del país el votante habrá tomado buena nota de los dislates que el gobierno ha provocado en los últimos años.

En sus manos está el futuro de España. Tendrán la España que decidan y no se podrán llamar a engaño. Si usted ve que en su pueblo o en su Autonomía no repite el dirigente en que había puesto sus esperanzas  o no triunfa el relevo en quien tanto confió, sepa que usted y otros cientos de personas como usted habrán sido los responsables del resultado.