No voy a recordar la polémica en torno al fichaje de David Broncano por TVE, en busca de la audiencia perdida, sino un dato: en septiembre TVE ha perdido casi un punto con respecto a septiembre de 2023, pese a las esperanzas depositadas en Broncano.
Sigue líder Antena 3, con un 12,8% de cuota. Además, en el cómputo total del mes de septiembre, “El Hormiguero” de Pablo Motos es el programa más visto del mes, por encima de “La Revuelta” de Broncano, aunque hay que tener presente que este programa ha tenido un 17% de cuota de pantalla, casi ocho puntos por encima de la media de TVE.
La comparación que hemos vivido en septiembre entre Broncano y Motos ha sido fomentada y promocionada, para llamar la atención del público ofreciendo el formato nuevo de Broncano, que desde luego no nos sale barato.
No todo vale por la audiencia, y tanto Broncano como TVE deben saberlo y asumirlo: los chistes sobre drogas sobran. El humor tiene unos límites.
No voy a descubrir su valía. Pronto se dio cuenta que su mundo era la comedia y los medios de comunicación, tras cursar estudios de Informática y Publicidad, y algunas asignaturas de Física. Los premios que ha recibido avalan su trayectoria. A sus 39 años ha de valorar su bagaje y su prestigio, para no caer en chabacanerías ni devaluarse.
Un humorista no es la solución para TVE, que sigue en caída libre. Los trabajadores son los primeros en admitirlo, por supuesto en privado, porque quieren conservar su puesto. La filtración del examen de las oposiciones de RTVE ha sido una muestra de falta de rigor y seriedad, de alguien del tribunal encargado de la prueba, que lógicamente ha llevado a suspender la oposición: esperamos que, de verdad, se depuren responsabilidades, y que se haga con transparencia.
Muy preocupante es que los propios trabajadores de TVE afirman que las filtraciones en los exámenes en los procesos de selección de la televisión pública son frecuentes desde hace años, y se recuerda cómo se hacían antes, que de hecho hacían inviable la filtración de preguntas. Es un cáncer más de TVE.
El gran problema de TVE es su calidad y una deficiente o sesgada información, que ya empiezan con los procesos de selección. Eso es lo que aleja a los espectadores, que observan silencios y declaraciones sesgadas continuamente. Precisamente los informativos de Antena 3 son los más vistos en España desde hace cuatro años y ocho meses consecutivos, porque son más creíbles y rigurosos.
Estos hechos reabren el debate de los medios de comunicación “públicos”. La información es un servicio público, pero que lo presta igualmente un medio privado que uno estatal. Ahí empieza el problema de raíz: llamémosle televisión “estatal” y no pública, que es distinto. Si sigue así, TVE seguirá cavando su fosa.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.