Ximo Puig (Morella, Castellón, 1959) ha vivido de y para la política, a excepción de un paso efímero en que trabajó en cuatro medios de comunicación de Castellón. Defiendo, cada vez más, que la política sea algo temporal, no ser político profesional del pesebre.
Buscó y encontró acomodo en el PSOE, ocupando casi todos los cargos imaginables. Camaleón político, sobrevivió a todo tipo de luchas en su partido, partiendo de su ciudad natal, Morella.
Sus éxitos electorales municipales y la extensión de los negocios de su familia duraron décadas: hubo de todo, como suele pasar cuando alguien se eterniza en un cargo político, y hace de la política su único ‘modus vivendi’.
Desde luego, de los rumores, dimes y diretes, de esos años, hay que descartar todos los que no se pueden probar o tienen tintes de venganza política.
Pese a sus roces con Pedro Sánchez, Ximo Puig llegó a pensar que podría ser ministro tras las elecciones generales de 2023, por ejemplo de Política Territorial, teniendo en cuenta la importancia de la Comunidad Valenciana, los vínculos y simpatías de Ximo Puig con el pancatalanismo, y la gran experiencia política del morellano. Puig se volcó en la campaña electoral. Pero Pedro Sánchez no le hizo ministro.
Sin embargo, siguiendo la táctica de premiar a los enemigos, Sánchez le buscó un goloso acomodo: embajador de España ante la OCDE, en París. No precisamente por la experiencia internacional de Ximo Puig y su desconocimiento de idiomas –salvo el valenciano, no muy útil para su tarea en París-, pero así lo contentó. Un exilio dorado: más de 130.000 euros brutos anuales, casa en París, coche oficial y personal a su cargo.
Anticorrupción pide cuatro años de cárcel para Francis Puig, hermano del expresidente de la Generalitat Valenciana por delitos relacionados con subvenciones institucionales, tras unas investigaciones iniciadas en 2019 a instancias del PP.
Jesús Lecha, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Morella y diputado autonómico, ha acusado a Ximo Puig de callar ante la estafa de su hermano, con facturas falsas, pero ha ido más lejos. Ha destacado que el ‘modus operandi’ se remonta a los años de Ximo Puig como alcalde morellano, con más de 2.000 facturas emitidas a empresas de Francis Puig entre 1997 y 2023, una “Operación Puig que empezó en el Ayuntamiento de Morella y se extendió luego al Consell del Botánic”.
Ante esta acusación que se remonta a 1997, la pregunta evidente es por qué el PP no lo ha denunciado antes, si es que era un ‘modus operandi’ tan escandaloso y es de suponer que con pruebas. O simplemente el PP no consideraba a Ximo Puig entonces como objetivo de interés, ceñido a Morella, y sin inquietar. Al menos, curioso.
Jesús Lecha pide a Ximo Puig que asuma su responsabilidad política, dé la cara por la corrupción y dimita. Mientras, Ximo Puig sestea entre París y Morella, y calla.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.