El Paraigües

¡Vaja, home! No sé per qué, em dona l’impressió de que este se’n va sense mi… ¿Que no? Ya voran com sí… En acabar-se el café en llet que demanà i pagar-li al del bar, s’ha baixat de la banqueta, s’ha abotonat la gavardina i ha mirat de reüll a la mulata eixa que està assentada junt a la porta…

¿No et dia yo? ¡Al carrer sens recordar-se de que entrà al bar en mi! ¡Au, fill, que Santa Bàrbera et guarde!

Bo. Em van a permetre que els explique per qué estava tan segur de que açò anava a ocórrer.

Seis presidentes republicanos

La primera República -lo hemos dicho alguna vez- se proclamó en contra de lo regulado en el capítulo XI de la Constitución de 1869, que establecía el procedimiento para la reforma constitucional.

Constitución surgida del derrocamiento revolucionario de Isabel II y de la reunión conjunta del Congreso y del Senado, reunión expresamente prohibida por la ley constitucional.

Don Estanislao Figueras, fue el primer presidente republicano, cuyo republicanismo moderador fue incapaz de hacer frente a los graves problemas que España tenía en aquel entonces. Apenas tres meses más tarde le sustituye Pi y Margall, quien a su vez se muestra incapaz de encauzar la revolución cantonal y tras un mes largo de gobierno le sustituye Salmerón que se encuentra con una gravísima situación de guerra civil, cantonalismo y rebeldía militar y cesa el 8 de septiembre de 1873.

Cómo entender la fobia política hacia los católicos

Se están produciendo en España algunos hechos que revelan un rebrote de fobia hacia los católicos, y hasta entre los no católicos o los católicos que no practican surge la pregunta de los motivos. Observo indignación y perplejidad en muchos ante este rebrote.

A los millones de españoles que en la Declaración de la Renta señalamos cada año la casilla de la Iglesia Católica nos mueve el deseo de que nuestros impuestos vayan, en una parte, a la Iglesia Católica. Por tanto, hay un fenómeno arraigado de aceptación y apoyo.

Fobias anticatólicas

El Pleno del ayuntamiento de Valencia el pasado 26 de enero, supuestamente para separar el ámbito civil del religioso, es un buen botón de muestra de algo que, cíclicamente, se repite en España: la fobia anticatólica. Ya lo dejó claro Jordi Peris, el concejal de Valencia en Comú -la marca de Podemos-, cuando afirmó que no vamos a destrozar iglesias ni quemar retablos ni impedir que se entre a las iglesias, sinagogas o mezquitas. Cualquiera que lea estas líneas, con un poco de sentido común y de respeto, podría contestar: ¡sólo faltaría!.

El Crucifijo

(A la atención del Sr Alcalde de la ciudad de Valencia que al parecer, desea quitar los crucifijos y símbolos religiosos del cementerio municipal)

1.- Es la representación de la crucifixión de Jesús. Cicerón nos dice que era el más cruel y terrible método de quitarle la vida a una persona. La forma más vergonzosa y humillante de morir, ya utilizado por asirios, babilonios y fenicios. Muerte destinada a los esclavos y a los criminales. El suplicio servile como decía Séneca. Sabemos por los historiadores romanos Apirno y Floro que unos seis mil esclavos seguidores del tracio Espartaco fueron crucificados en las cunetas, entre Capua y Roma. Murieron aquellos parias de la tierra como los delincuentes, los criminales y los ladrones. Murieron como murió Jesús. Y Jesús con su muerte canallesca y humillante quiso glorificarles y honrarles. Devolverles su dignidad. Elevarlos a la simple condición de seres humanos..

Suscribirse a RSS del Club de opinión Jaime I y de estudios históricos