Corrupción

“Últimamente se han multiplicado los casos de corrupción en el ámbito político (Eres, Gurtell, Púnica, beca Errejón, Bárcenas,…) pero no nos hagamos trampas queriendo hacer creer que esa es la tónica general porque no es así, son unos casos aislados que por supuesto hay que apartar de la política y juzgar, pero no por unos pocos (siempre demasiados) vamos a denostar o desprestigiar a toda la clase política.”

Así comenzaba María San Gil, el 28 de abril de 2015 su conferencia titulada “Consecuencias y manifestaciones de la crisis en España”

Seamos claros, la corrupción no se da solo en la vida política, se da en la empresa, en el fútbol, en la iglesia, en los jueces, se da en todos los ámbitos en los que hay personas, incluso en nuestras propias casas cuando no pagamos el IVA en la factura del fontanero, por poner un ejemplo.

Padecemos una brutal expansión de la corriente relativista (relativismo moral no hay bien o mal, depende de las circunstancias) que tiene como objetivo destruir todos los valores que encarnan la cultura cristiana, la familia, el derecho a la vida, el concepto de compromiso y obligación, la idea de nación, las instituciones políticas, es decir, todo aquello que nos ha hecho ser lo que somos a lo largo de los siglos.

Nuestra actitud como sociedad y como personas individuales es la perfecta para que el relativismo campe a sus anchas. Vivimos en la cultura del mínimo esfuerzo, del individualismo, del “sálvese quien pueda”, de hacer lo que yo quiero cuando quiero y como quiero, solo queremos derechos sin obligaciones ni responsabilidades.

Pero deberemos ser conscientes de que semejante actitud no es gratuita, termina pasando factura y tiene consecuencias. No es lo mismo una sociedad que se esfuerza, que vive preocupada por el prójimo, que se guía por determinados principios morales, que otra que se sumerge en el relativismo y que solo sabe quejarse de la crisis pero sin poner solución.

“Y hoy, queridos amigos, nosotros somos esa sociedad cigarra que ha disfrutado, ha cantado y ha bailado y la llegada del severo invierno le ha pillado sin provisiones y sin capacidad para hacerle frente. Y estamos en el crudo invierno, sin brújula moral y desnortados” (María San Gil)

¿Y cuáles son las consecuencias de la corriente relativista? Vale la pena pensar un poco y responder a esta cuestión.

¿Qué está pasando en el ámbito económico? Durante mucho tiempo lo que le preocupaba al Gobierno, a los medios de comunicación y a los ciudadanos era la prima de riesgo. La mayoría de españoles tienen dos coches, una segunda residencia y viajan a países exóticos. Nos hemos olvidado del ahorro y de la austeridad. Muchos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, creyendo que la prosperidad es infinita en tiempo y en cantidad y nos hemos puesto a derrochar a manos llenas. ¿Es cierto?

Pues mucho ojo, ya que nos hemos convertido en uno de los países más endeudados del Planeta en relación a su riqueza. Datos del 2014: Deuda pública en España de 1.033.857 millones de euros.

Decía María San Gil: ”Estoy segura de que saldremos de la crisis económica, pero de lo que no estoy segura es que dejemos de ser cigarras para convertirnos en hormigas”

Y en el ámbito social, no podemos dejar de insistir que el relativismo (lepra del siglo XXI como lo denomina Juan Manuel de Prada) tiene como objetivo destruir los valores de la Cultura Cristiana, por eso el gran enemigo es la Familia. Por eso hoy en día es atacada por todos los flancos, para empezar nos proponen otras versiones, otros tipos de familia.

Sobre el tema del aborto. ¿Qué dice de nosotros como sociedad y como país el hecho de que podamos llegar a considerar que el aborto es un derecho? Ya lo dijo Julián Marías: “La aceptación social del aborto es lo más grave que ha ocurrido, sin excepción, en el siglo XX”

¿Y en el ámbito político? Pues lo estamos viendo. Nos tiene en solfa los nacionalistas vascos y catalanes. No somos capaces de plantarles cara con determinación, de defender sin complejos y sin rubor un proyecto propio de una España unida y plural en la que quepamos todos los que queremos sumar y hacer del conjunto de España una referencia en Europa.

Y tenemos que padecer el desafío soberanista de ver cómo hacen un referéndum ilegal tal y como lo advirtió el Tribunal Constitucional….Hoy vemos como Cataluña está a la vanguardia del separatismo, antes estuvo el País Vasco, pero está muy claro que son vasos comunicantes, se contemplan unos en el espejo de los otros, y en ocasiones se dan claramente el relevo para asumir el papel político.

¿Qué podemos hacer ante este panorama?

LAS PERSONAS son el núcleo de todo y su crisis personal es la que lleva a las instituciones, entidades, empresas… a la crisis. Lo que hoy está en cris no es la política, o la empresa, o la judicatura o la Iglesia son las personas que conforman todos esos ámbitos, somos cada uno de nosotros, somos todos los ciudadanos los que estamos en crisis.

¿Qué podemos hacer? Yo no lo sé. Pero creo que no hay otro camino que el desarrollo integral de la persona.

La Madre Teresa de Calcuta, a la pregunta de un periodista ¿Qué es lo primero que tiene que cambiar en la iglesia para mejorar su presencia en la sociedad? contestó: “Usted y yo”

Eso sí que está a nuestro alcance.

  • Mª Ángeles Bou Escriche es madre de familia, Orientadora Familiar, Lda. en Ciencias Empresariales y profesora