LOS GRAVES PELIGROS de PROHIBIR FITOSANITARIOS EN LA UE

INFORME DE LA ASOCIACIÓN DE LABRADORES INDEPENDIENTES VALENCIANOS (ALIV) SOBRE LA SITUACIÓN DE LOS FITOSANITARIOS EN EUROPA

Los Fitosanitarios son las medicinas de las plantas; gracias a ellos la producción de alimentos agrícolas ha aumentado lo suficiente para quitarle la razón al erudito Británico Thomas Maltus que sentenció, en su libro “Ensayo sobre el Principio de la Población”, que el suministro de alimentos no podría seguir el ritmo de crecimiento de la población, generando hambre y pobreza a gran escala. 

De hecho la prohibición por ley de todos los productos fitosanitarios de origen químico llevó a los ciudadanos de Sri Lanka a la ruina y al hambre, derivando en una revolución de la que tuvo que huir, saliendo del país, el irresponsable presidente verde “Gotabaya Rajapaksa”

Está probado que la agricultura de lucha integrada, en donde se puede utilizar cualquier producto, sea natural o de síntesis química, es mucho más productiva y rentable que la agricultura ecológica, que de no ser por la cantidad de subvenciones, sería económicamente inviable.

Desde la política, que no desde la ciencia, se está criminalizando la utilización de productos químicos como un riesgo para la salud de las personas, de la biodiversidad y del medio ambiente. Pero en realidad, a la dosis de empleo y siguiendo las indicaciones de la etiqueta, los fitosanitarios son completamente seguros, ya que para conseguir un registro comercial han sido sometidos a un examen científico muy riguroso, de modo que son desechados si ofrecen alguna duda sobre su seguridad.

En Europa disponemos del órgano  de control sanitario más exigente que existe, “la EFSA” (European Food Safety Authority): productos que son certificados en otros países son rechazados por la EFSA, incluso utilizando el controvertido “Principio de Precaución”, por el que no se concede el registro comercial al producto si existe un riesgo científicamente posible pero incierto de infligir un daño a la salud pública o al medio ambiente. Comparando la seguridad alimentaria de la EFSA y sus prudentes métodos de seguridad alimentaria con la Seguridad vial, podemos afirmar sin miedo a exagerar, que la seguridad alimentaria en Europa es como si en lugar de respetar la distancia de 60 metros a 120 kms por hora, tuviéramos que ir a 6000 mts.

La seguridad alimentaria en Europa es más que suficiente, de modo que jamás se ha producido ningún problema de salud alimentaria en Europa por el consumo de productos alimentarios tratados con fitosanitarios o fertilizantes de origen químico, pero en cambio, sí por infecciones bacterianas procedentes de productos ecológicos, incluso con resultado de muerte. A pesar de ello la percepción social es justo la contraria y el motivo no es otro que la politización de la alimentación; en alimentación, la ideología y el dogma están sustituyendo a la ciencia.

Debido a la manipulación política, los ciudadanos tienden a temer que su  salud puede verse afectada por residuos que quedan en la fruta y la verdura tras la fumigación en alimentos. Pero en cambio, los datos de la EFSA son bastante tranquilizadores, ya que, según el último informe de la EFSA (2021) de las 13.845 muestras analizadas en el marco del programa de control coordinado de la UE (PCPA UE), se obtuvieron los siguientes resultados:

  • el 97,9 % se encontraban dentro de los límites legales.
  • El 58,1 % (8 043) estaban exentas de niveles cuantificables de residuos.
  • El 39,8 % (5 507) contenían uno o más residuos en concentraciones inferiores o iguales a los niveles permitidos (denominados límites máximos de residuos o LMR ).
  • El 2,1 % (295) contenían residuos por encima de los niveles permitidos.

Es decir, tan solo un 2.1 % superó el LMR, pero ¿es un riesgo para la salud el que un alimento supere el LMR? Rotundamente no. El LMR no es un límite toxicológico, tan solo es un límite comercial. El LMR es el límite establecido por las autoridades, que asegura que a dosis de empleo y en los plazos de seguridad establecidos (buenas prácticas agrarias) no será superado. 

La toxicidad para humanos, Ingesta Diaria Admisible (IDA), se establece dividiendo por más de 100 la dosis, calculada en laboratorio, que tomada a lo largo de una vida por un ratón le produce alguna disfunción, lo que supone un factor de seguridad elevadísimo, ya que el humano al ser más grande, en realidad necesitaría una dosis mayor para que hubiera efectos adversos en su salud y no 100 veces menor que la dosis del pequeño ratón. A su vez el LMR también está centenares de veces por debajo del IDA, por lo que superar el LMR es simplemente un mal uso de fitosanitarios, pero no un peligro de toxicidad.

Las organizaciones ecologistas son el principal elemento de ataque a los agroquímicos, y sin revisión por pares, que es lo que le da credibilidad científica a un trabajo, lanzan a la prensa estudios pseudocientificos hablando sobre genotoxicidad, neurotoxicidad o carcinogenisidad de algún producto. Conocidas son sus campañas en contra del Clorporifos, del MetilClorpirifos o del Glifosato.

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 En el caso del segundo, el Metilclorpirifos, consiguieron que la EFSA no renovara el registro por “Principio de Precaución”, renunciando a la revisión por pares del trabajo realizado por científicos del país ponente (España). Las consecuencias fueron catastróficas para la citricultura valenciana que controlaba el “Delottococcus aberiae”, también denominado, por su procedencia, cotonet de Sudáfrica. La eliminación comercial del Metilclorpirifos supuso millones de euros de pérdidas en daños en tres campañas consecutivas y que actualmente se haya conseguido controlar con otros productos más caros y con varias fumigaciones (tres o más). Además, con el aumento de fumigaciones se ha roto el equilibrio biológico para otras plagas que estaban controladas por fauna útil y que ahora han vuelto a salir con fuerza, como la araña roja al disminuir la población de fitoseidos o la mosca blanca, lo que nos lleva a más fumigaciones. Pero lo peor es el aumento de los costes de producción para el agricultor, lo que le conduce al abandono de sus explotaciones. Con la desaparición de cítricos, desaparecen árboles que captaban CO2 y son sustituidos por vegetación seca, inútil y peligrosa para incendios. 

En el caso del Glifosato, su renovación se votó en Noviembre y en este caso reinó la cordura frente al dogma y la ideología. Frente a dos millones quinientas mil firmas conseguidas por los ecologistas, a base de manipulación con informes falsos tildando al Glifosato de carcinógeno y del veneno más peligroso para el ser humano, la biodiversidad y el medio ambiente, la EFSA redactó el informe más completo y transparente de un plaguicida que ella misma y los Estados miembros de la UE hayan llevado a cabo hasta el momento. En ella se han tenido en cuenta miles de estudios relacionados con la salud humana, la animal y el medio ambiente, concluyendo que no hay ningún riego para ninguno de ellos. Han participado decenas de científicos de la EFSA y autoridades nacionales de toda Europa. Además, la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) llevó a cabo una evaluación del peligro del glifosato y concluyó que no cumplía los criterios científicos para ser clasificado como sustancia carcinógena, mutágena o tóxica para la reproducción, por lo que la OMS, debiera de revisar su clasificación como “probablemente carcinógeno”

Otras materias activas descatalogadas en Europa que han traído graves problemas a la producción son el Indoxacarb, para el control de la Tuta absoluta en el tomate o el fungicida triciclazol para controlar el hongo de la Pyricularia oryzae en el arroz. Con estas prohibiciones se hace muy difícil cultivar arroz y tomate en Europa. Pero además, curiosamente Europa ha aprobado subir el LMR a la importación de arroz desde países asiáticos de 0,01 mg/kg a 0,09 mg/kg del Triciclazol, lo que supone una enorme inmoralidad e indecencia.

Si la eliminación de sólo tres materias activas (metilclorpirifos, Indoxacarb y Triciclazol) han supuesto serios problemas a la continuación del cultivo de cítricos, del tomate y del arroz, aumentando sus costes de producción y un aumento en la cesta de la compra, ¿qué no será la eliminación del 50% de los fitosanitarios con la fraudulentamente aprobada “Estrategia de la Granja a la Mesa” o el 65% que pretendía el recientemente rechazado “Reglamento de Uso Sostenible de Fitosanitarios”?; sin duda alguna Europa puede seguir el mismo camino que Sri Lanka; las dudas irracionales de una alimentación segura y la radicalidad medioambientalista, van a poner en jaque la seguridad de la alimentación de los ciudadanos europeos.

Efectivamente, el “Pacto Verde Europeo” y sus dos estrategias: la “Estrategia de la Granja a la mesa” y la “Estrategia por la Biodiversidad” fueron aprobados en la Eurocámara fraudulentamente, al ocultar, el Sr, Frans Timmerman (Vicepresidente Ejecutivo de la Comisión Europea), desde Febrero a Agosto, un informe demoledor del JRC (Centro Común de Investigación), órgano científico de la Comisión Europea, que se encargó de realizar un estudio de impacto del Green Deal. El informe, en resumidas cuentas concluía que la aplicación del Green Deal en la agricultura produciría el abandono de entre un 18 y un 20 % de granjas y explotaciones agrícolas, por lo que aumentaría la importación de productos agroalimentarios desde terceros países, en donde la legislación medioambiental es más laxa, aumentando también la huella de carbono por el transporte desde grandes distancias. Es decir, se aprueban unas estrategias para una Europa más verde, que ocasiona, un aumento de la dependencia alimentaria externa y un aumento de la contaminación a nivel mundial. ¿Irresponsabilidad? ¿hipocresía, tal vez? Peor aún, radicalidad ideológica

También existe la falsa creencia de que lo natural es más nutritivo, cuando en realidad, la planta lo que busca, para producir buenos alimentos, es estar bien alimentada, y lo mismo le da que los nutrientes (N, P, K, Hi, Ca, …) le lleguen de la descomposición de productos orgánicos o directamente de abonos minerales o tratamiento foliar.

La Seguridad Alimentaria en Europa va a correr peligro debido a los dogmas climáticos y de sostenibilidad y lo vamos a pagar todos los ciudadanos, en principio en subida de los alimentos, pero en un futuro, pudiera llevarnos al desabastecimiento y al hambre; Si no producimos alimentos la despensa se queda vacía y los productos se vuelven mucho más caros.

El descenso de producción en Europa debido a esas limitaciones medioambientales y el consiguiente aumento de las importaciones, no solo afecta, como hemos dicho, al medio ambiente, sino también a un aumento del hambre en el mundo y un crecimiento de la migración humana. El motivo de esta consecuencia es el enorme negocio que supone para fondos de inversión y grandes corporaciones agroalimentarias el producir en países con mano de obra barata, bajos o nulos impuestos, sin limitaciones medioambientales y con la posibilidad de devaluar moneda para conseguir más ventajas comerciales. Ello conlleva la transformación de agricultura de subsistencia, en manos de los nativos, a agricultura de exportación que solo beneficia a esas grandes compañías. Los nativos, sin posibilidad económica, ni de subsistencia, no les queda otra que salir del país.

 Conclusiones:

  1. Si según los organismos científicos (EFSA, ECHA), responsables de nuestra seguridad alimentaria, concluyen que una sustancia activa para uso agrícola, no supone ningún riesgo para las personas, los animales, la biodiversidad ni para el medio ambiente, ¿qué hacen los políticos prohibiendo esos mismos productos por dogma o ideología política?
  2. Si el análisis de impacto del Green Deal, elaborado por el órgano científico de la Comisión Europea: Centro Común de Investigación (JRC, por sus siglas en Inglés), determina que la implementación de dicho Pacto Verde con sus dos estrategias son perjudiciales para la agricultura y para el medio ambiente mundial, que hacen los políticos aprobándolo y aprobando las leyes y reglamentos que derivan de él
  3. La exageración de la sostenibilidad medioambiental es cara y peligrosa. La gente debe de saber que esas nuevas leyes de falso medioambientalismo van a aumentar los precios de los alimentos un porcentaje desmesurado. ¿Podrán pagarlo? Y en el peor de los casos nos puede llevar al desabastecimiento ¿Es eso lo que quieren?
  4. Sin la efectividad de los fitosanitarios Malthus pasa a tener razón: No habrá suficientes alimentos y el hambre en el mundo está asegurada.
  5. El ejemplo de lo ocurrido en Sri Lanka debiera de ser suficiente para no recorrer el mismo camino.
  6. Si queremos comida sana, abundante, sostenible, variada y a precio razonable, tiene que haber tratamientos de las plagas eficaces y campos suficientemente abonados.

Por todo ello se pide al Consejo de Europa, a la Comisión Europea y a los europarlamentarios: que pongan freno a la persecución política de los Fitosanitarios; que deroguen la “Estrategia de la Granja a la Mesa”; que paralicen definitivamente el “Reglamento de Uso Sostenible de Fitosanitarios”, en definitiva que dejen en manos de los técnicos de la EFSA la aprobación de sustancias activas, con los criterios de análisis de riesgos actuales.

Informe en formato pdf

NOTA: Este informe ha sido entregado a algunas plataformas civiles, partidos políticos y europarlamentarios.

Imagen: Hogarmanía

  • Víctor Pascual Viciedo Colonques es Presidente de la Associació de Llauradors Independents Valencians (ALIV)