Oltra cortejada

El exsocialista Jorge Rodríguez, alcalde de Ontinyent y motor de Unión Municipalista, sorprende tentando a Mónica Oltra como posible candidata a presidir la Generalitat aupada por la formación municipalista, o alcaldesa de Valencia. Un guiño más.

Jorge Rodríguez, con su partido Ens Uneix, dio una lección al PSOE, con el que no quiere saber nada, y demostró que era capaz de crear un partido y gobernar en su feudo municipal, gobernar en la Diputación de Valencia con el PP y Vox, y empezar con Unión Municipalista, que preside David García, el alcalde de Nules. Ya dijo W. Churchill que “la política hace extraños compañeros de cama”.

Unión Municipalista se viene presentando como una formación moderada, práctica, haciendo de la fuerza local un bastión autonómico y nacional que pueda competir como tercera fuerza. Cuenta ya con más de 300 partidos políticos independientes. Hay un nicho electoral evidente. Lo de Oltra no lo han pensado bien: les podría restar.

Oltra, y 14 cargos más, tienen una situación judicial que habrá que ver cómo acaba, sobre si encubrió o no al entonces marido por abusos sexuales a una menor. Acabe como acabe, no se puede olvidar el sectarismo de Mónica Oltra, que cerró en 2017 un centro de menores en Segorbe para tapar el escándalo de su marido ¡y que el TSJCV anuló por ser contrario a derecho! No es que esté quemada, está “socarrada”. 

Oltra fue prometiendo residencias para mayores, y en Castellón y Onda por ejemplo resuena todavía su promesa-bluf: no empezó ninguna. Los incumplimientos y cajones de deudas que dejó en la Consellería de Servicios Sociales puede recordarlos en cualquier momento Susana Camarero, y torpedear toda declaración o promesa de Oltra.

El votante de los partidos que integran Unión Municipalista es un buscador de mejoras locales, apostar por lo cercano con eficacia. Es el caso de Centrats en Nules, partido de David García, que lo puso en marcha y logró la alcaldía de Nules con un acta de concejal, la suya, y luego se ha ido consolidando y creciendo en Nules, porque es un alcalde eficaz, cercano, abierto.

Oltra, a la vez, es cortejada por Compromís, lo cual es más lógico, ante la falta de liderazgo y tirón que sufre la coalición nacionalista. Un juicio acaba en sentencia según las pruebas, pero el votante se mueve más bien por convicciones o sentimientos: Oltra puede ser reivindicada en Compromís, pero han de pensarlo bien, porque el pueblo dicta sentencia en las urnas. Oltra está ya políticamente amortizada: las feministas callan.

  • Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
    Escribe, también, en su web personal.