¿PAZ EN GAZA?

El mundo está plagado de graves crisis entre las que destacan las guerras de Ucrania y de Gaza. En ambas se busca afanosamente la paz. Respecto a Ucrania, recordemos que recientemente se celebraron las reuniones de Alaska y de Washington en que se involucraron los Estados Unidos, Rusia y Europa, proceso que quedó interrumpido a la espera de una tercera cumbre definitiva que reuniera a Ucrania y a Rusia.

La otra gran crisis, la que se dirime en Gaza, se encuentra en un momento dulce. En su encuentro anteayer en Washington, Trump y Netanyahu parecen haber encontrado una senda esperanzadora.

La guerra podría acabar si Hamas devuelve a Israel, vivos o muertos, a los rehenes capturados en 2023 y si depone las armas. Israel daría por finalizados sus ataques a Gaza, acabando ese espantoso goteo de víctimas diarias, iniciando a la vez el proceso de reconstrucción de la región. Queda por resolver el problema de los dos Estados y el reconocimiento de Palestina que Israel se niega a aceptar insistiendo en que en la presente coyuntura sería como premiar al terrorismo de Hamas.

El mundo entero, tanto el occidental como el entorno árabe se han pronunciado a favor de dicho plan de paz. Incluso Hamas, parece en estos momentos, inclinado a aceptarlo. En España así lo ha hecho el gobierno de Sánchez, encontrando en Sumar el único foco irreductible contrario al plan de paz.

Un plan que solo ofrece 72 días de margen para que Hamas acate unas condiciones en que las únicas contrapartidas serían la finalización de las operaciones en Gaza, la liberación de los presos palestinos y también de los miembros de Hamas.

El rechazo de la paz por el contrario supondría el redoblar los ataques israelíes con el apoyo manifiesto de los EE.UU.

Este es el delicado momento en que nos encontramos a día de hoy. Con las flotillas de apoyo a los palestinos aproximándose peligrosamente a la zona de exclusión, que acompañados -que no protegidos- por buques de la marina española, italiana y de otros países han recibido la apremiante recomendación de interrumpir su proyecto y volver a los puertos de origen, recomendación que por el momento las flotillas se han negado a avatar.
El plan de paz, salvaría muchos miles de víctimas que se sumarían a las casi 70.000 conocidas hasta ahora y que constituían una revancha más que holgada a los actos de terrorismo de 2023 que, no lo olvidemos, se encontraban en el origen de esta espantosa guerra.

El problema de la región no habría quedado completamente resuelto ya que quedaría pendiente para ser enfrentado quizá en un momento más sereno la solución de los dos Estados, el reconocimiento de Palestina por Israel algo que Tel Aviv siempre rechazó por considerar que el pueblo palestino ya tenía su estado en Jordania, donde desde el momento de la creación de Israel, se refugiaron mayoritariamente.

El ambiente ha cambiado. La mayor parte de países del mundo, incluido el Reino Unido que fue el gestor del plan Balfour, creador de Israel. Quizá una vez llegue la paz y paralelamente a la reconstrucción de la región pudiera llegar la aceptación de una palestina pacífica, liberada de Hamas, de Hezbolá y de otros movimientos terroristas de la región.

No será tarea fácil de alcanzar esa paz definitiva. Desde 1948, año del nacimiento de Israel, el mundo árabe se ha mostrado renuente a la presencia del país en la región y no han faltado en todo momento facciones empeñadas en la desaparición del Estado de Israel.

Imagen: Mundo Hispánico, ElOtroLado

 

  • Jorge Fuentes Monzonís-Vilallonga es Master en Ciencias Políticas y Económicas y Derecho. 
    Diploma de Altos Estudios Internacionales. Embajador de España en Bulgaria en 1993. 
    Primer Embajador de España en Macedonia en 1995. 
    Embajador de España en Bruselas WEU en 1997, entre otros cargos.