Yolanda Díaz está disparada

Por mera asociación de ideas, al ver cómo se está desenvolviendo Yolanda Díaz y algunas de sus declaraciones recientes, me he acordado del pronóstico que hizo el propietario del Chelsea FC, Todd Boehly, unas horas antes de enfrentarse la semana pasada al Real Madrid: que ganaría el Chelsea 3-0, y a la vuelta… Vamos que iba a darle un repaso a los madridistas, y por supuesto eliminarlos.  

Declaraciones a la salida de la comida de directivas, por lo que no está claro si es fruto de una comida bien “regada”, pero en todo caso habría de medirse en todo, en lo que bebe y en lo que dice, porque ha hecho el ridículo, y al Real Madrid le ha dado un repaso total, eliminando al Chelsea, con un doble 2-0. A ver si aprende a estar más calladito o/y a beber menos. 

La ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, está disparada. Y en este caso no hay comida previa. La raíz de sus recientes declaraciones está en que quiere abrirse paso demasiado deprisa, marcar distancias con el PSOE para atraer electores, crear un espacio que hasta ahora ocupa Podemos y no duda en atacar a Pedro Sánchez, Pablo Iglesias… Está disparada, corre demasiado. La vanidad o la precipitación pueden llevarle al abismo político.

La ministra está de moda, es cierto. Pero en política, donde la envidia explica muchas decisiones –como en muchas facetas de la vida– y reacciones, la moda puede jugar malas pasadas. Creerse demasiado pronto un objetivo al alcance es erróneo, cuando muchas veces en política hay que disimular o triangular con lo que se quiere, y porque pueden destrozar al político listillo que quiere llegar y cambiar todo… a costa de quienes le han aupado. 

¿Estar de moda en política? Puede ser muy fugaz, si no se traduce en poso y proyecto sólido, con pasos coherentes. En España no hace falta tener mucha memoria para acordarse de políticos que han estado de moda, emergentes, y están ya en el baúl de los recuerdos, total o casi totalmente. Basta recordar a Albert Rivera, Pablo Casado, Pablo Iglesias, o la propia Inés Arrimadas, que se ha trasladado a vivir a Jerez para estar más cerca de la familia, porque en política ya no cuenta.

En el programa de Jordi Évole arremetió contra Pablo Iglesias, que fue quien la nombró sucesora en el Gobierno, contra el gruñón Iglesias. Le acusó de machismo, al igual que a Pedro Sánchez, destacando que en ambos ha encontrado comportamientos machistas: “sí, absolutamente”, afirmó.

Las ministras del Gobierno de Pedro Sánchez están trabajando para resaltar que su jefe no es machista, como era de prever. Unas cuantas ministras movilizadas contra Yolanda Díaz pueden traerle muchas complicaciones a la fundadora de Sumar. Y tras dar lecciones a Pedro Sánchez de que Marlaska tenía que haber dejado el cargo de ministro tras los sucesos de la valla de Melilla, sigue ganando así enemigos en el Gobierno.

Abrirse paso en política no es fácil, pero quien quiere hacerlo puede darse un tortazo soberano si lo hace descalificando a quien le aupó, disparando contra todo líder de izquierdas, por mucho que Yolanda haga gala de una sonrisa permanente y un saber-vestir muy cuidado. Allá ella: se ve que le gusta estar de moda, pero eso puede hundirle.

 

  • Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
    Escribe, también, en su web personal.