DIVAGACIONES de un mestizo valenciano en Barcelona
A finales de agosto hacía mucho calor en Barcelona, y la escalibada no me había sentado nada bien, sentía náuseas. Tampoco me gustaba la cara de asombro de las encargadas de la Biblioteca de Cataluña cuando servidor pronunciaba "vesprá", "atre", etc., o utilizaba el verbo "eixir". Y conste que intentaba guturalizar fonemas y catalanizar el léxico para disimular mi condición de ciudadano de segunda en Cataluña; pero tanto ellas como yo sabíamos la verdad: era un vulgar mestizo valenciano.