Escándalo en Vila-real

La grave crisis pretende apaciguarse en el Ayuntamiento de Vila-real, pues está en juego el pacto de gobierno PSPV y Compromís. Este lunes hubo reunión con fines pacificadores. Quedan muy confusos los hechos y las palabras, entre lo que se dice, lo que “se dice que dijo” y las interpretaciones. 

Al ciudadano le interesa saber qué concluye el Juzgado número 2 de Vila-real sobre la denuncia de la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Vila-real, Dora Saura, de Compromís, sobre el absentismo laboral de un funcionario, Alfredo Sanz, que también fue concejal, del PP. Saura ha declarado que “desde hace años” no ha acudido a trabajar. La denuncia imputa también a la ex concejala socialista, Noelia Samblás.

El alcalde, José Benlloch, socialista, dice que esta causa es un “tema privado” y que “este funcionario nunca ha tenido un expediente disciplinario” y que quien “debe dar explicaciones es quien ha denunciado”. Para frotarse los ojos.

Admitamos que nunca ha tenido Alfredo Sanz un expediente disciplinario por absentismo, pero la pregunta evidente es si ha tenido o no absentismo durante años. ¿Una denuncia falsa? Si no lo es, resulta evidente que no solamente es responsable el funcionario acusado, sino todos cuantos hayan permitido la situación. 

Saura dijo que ”desde Recursos humanos del Ayuntamiento me contestaron que se le había abierto un expediente disciplinario por absentismo”. No cuadra con lo que el alcalde dice sobre que este funcionario nunca ha tenido un expediente disciplinario. O sí o no, pero las dos cosas no pueden ser. 

Más leña al fuego: la concejala de Compromís dice que ha recibido amenazas personales por parte de “responsables máximos” del consistorio: desde Compromís quieren diluir esas palabras e incluso negarlas.

Colmo de los colmos: el alcalde socialista, José Benlloch, ha justificado todo con una frase inquietante: “este Ayuntamiento tiene casi 500 trabajadores, imaginen la cantidad de cosas que pasan”. ¿Se refiere a pufos laborales que huelen puertas adentro y se tapan? En cualquier institución ha de asegurarse con control laboral, de horarios y cumplimiento. No ya de cuestionar méritos o valía profesional, que sería más que deseable, sino cumplir laboralmente. Nos confirma que hacen falta auditorías independientes externas en ciudades de más de 50.000 habitantes, en vez de zonas ZBE y tantas energías renovables. ¡Lo bien que funcionamos con nuestro coche diésel!

  • Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
    Escribe, también, en su web personal.