El PP experimentó un auténtico subidón el pasado fin de semana en su Convención Nacional. Valencia de nuevo evocó épocas en que el PP ganaba reiteradamente por mayoría absoluta: Francisco Camps acudió y disfrutó, la ovación a Rita Barberá –con los asistentes puestos de pie– que provocó María José Catalá, fueron la costura que faltaba por coser para una nueva etapa del PPCV. El tándem Carlos Mazón-María José Catalá tocó la cabeza y el corazón de los incondicionales presentes en la Plaza de Toros, pero también el de otros que no estaban presentes y que han votado en el pasado a otros partidos: ha impactado, también al actual Consell del tripartito, aunque lo nieguen.
Hablo de “subidón” porque, al ser una elevación rápida y fuerte que ha experimentado el PP valenciano –y el nacional, por supuesto-, puede enfriarse o ser insuficiente para sustituir al tripartito de izquierdas en las próximas elecciones. Ximo Puig no las va a adelantar, razón de más ante este subidón del PP: espera el impulso socialista en el Congreso Federal, también en Valencia, del 15 al 17 de octubre. Puig es un superviviente curtido en mil batallas, que maneja con habilidad: véase ahora la alianza con el ‘popular’ Juanma Moreno para la reforma de la financiación autonómica.
Compromís va perdiendo fuerza -de 2015 a 2019 perdió 2 diputados– y hasta le interesa a Puig el desgaste que está sufriendo Mónica Oltra por la condena a su ex por abusos sexuales a una menor tutelada, sentencia mencionada varias veces en la Plaza de Toros por el PP. Podemos se desangra. Los votos que pierdan Compromís y Podemos beneficiarían al PSPV. Pero, por aquello de que “a la fuerza ahorcan”, Yolanda Díaz y Mónica Oltra ya se tantean para una hipotética candidatura de Compromís-Podemos-EUPV, que podría dar como resultado más diputados que el PSPV y, por tanto, Oltra podría optar a ser presidenta de la Generalitat. Hay partido.
Ciudadanos se extingue, y Vox crece en tierras valencianas: C’s obtuvo 466.391 votos en 2019 ¿dónde irán en 2023? El PP ha de esforzarse estos 2 años en ganar, si no quiere quedarse en la orilla: la libertad de enseñanza contra la imposición lingüística y adoctrinadora de Marzà –las AMPAs de los centros públicos han anunciado grandes movilizaciones-; el impulso empresarial frente al ahogo de impuestos; una sanidad de calidad, deteriorada a la vista de todos; un feminismo real que defienda a las menores tuteladas; defender todo lo valenciano frente al catalanismo. Sólo con un subidón no se gana una carrera de fondo, aunque genera una sensación placentera.
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.