LA PARADOJA del SIGLO XXI
Al parecer, por fin, en pleno siglo XXI, en lo que nos venden como la cumbre del desarrollo humano, debemos de aceptar que el progreso y “modernidad” consista, en el fondo, en la aplicación deshumanizada y total del principio de eficiencia económica, o dicho de otra forma, la codicia de los mercados.
Porque al fin y al cabo, este principio, rector del mundo actual se concreta para los españoles en el hecho de que todo se produce más barato fuera de nuestras fronteras, amputando y cercenando así toda nuestra potencia creadora, impidiéndonos producir nada, dejándonos en la ruina.
Esta realidad rompe aquella vieja doctrina, o ideal, reflejado en la teoría denominada “hipótesis de los mercados eficientes”, que se explicaba con fruición hace décadas en las universidades anglosajonas de mayor relumbre; y que, dolorosamente, finalmente, constatamos que conduce a la situación real e indeseable de someter a la población a la más descarnada especulación financiera internacional jamás conocida en la historia de la humanidad.