El derecho de los padres en la educación de sus hijos
La Educación en España es uno de los grandes temas sobre el que todos debemos reflexionar con detenimiento. Nos damos cuenta que no es una cuestión superada cuando, aún hoy, en el mundo político y en la misma sociedad, prima de manera singular.
En estos mismos días hemos asistido a grandes confrontaciones educativas (Pamplona). Por eso nos preguntamos ¿cómo es posible que aún no tengamos consolidado un sistema educativo lo suficientemente estable como para que esté por encima de cualquier vaivén político? Las razones, profundas y complejas, habrá que buscarlas en la propia historia de España.
Cuando en 1978, como resultado del proceso de reforma Política, se plantean los españoles la necesidad de dotarse de una nueva Constitución, las fuerzas políticas presentes mantienen posturas muy distantes y distintas en muchas cuestiones trascendentales, no obstante, los distintos partidos hicieron un esfuerzo notable –y muy de agradecer– por reducir las distancias que separaban sus respectivas posiciones, y se llegó a un compromiso de acuerdo como jamás antes se había dado en España.
Sin embargo, hubo una cuestión sobre la que no fue posible el acuerdo: la enseñanza. Ante la necesidad de cerrar el periodo constituyente, se alcanzó un débil compromiso, que, estampado en el articulo 27 de la Constitución, fue solución válida en el ayer pero que ha llegado a ser fuente de nuestros posteriores problemas.