Libertad educativa
Carlos Mazón prometió en campaña electoral que cambiaría radicalmente la política educativa que ha impuesto durante ocho años el Consell de Ximo Puig: zonificación, imposición del valenciano, ataques a la enseñanza concertada y un sectarismo educativo que pretendía encarrilarnos en una historia con destino a unos inexistentes países catalanes. Sectarismo y catalanismo, disfrazados y otras veces descarados.
Para este cambio tan radical, Mazón ha reconocido que tenía en la cabeza desde el primer momento al conseller que tenía que pilotar ese cambio, José Antonio Rovira. Experimentado en la gestión educativa y amigo del president, apuesta lógica. Y lo cierto es que Rovira está empezando a llevarlo a cabo. Por ejemplo, al anunciar que, en el curso 2024-25, habrá acabado la “zonificación” y empezará a funcionar el distrito único escolar, es decir, que las familias puedan elegir centro educativo no por su lugar de residencia, sino porque quieren ese tipo de educación.